Un espacio para la psicología en el ámbito policial, las situaciones de emergencia y la intervención en crisis.
miércoles, 31 de mayo de 2017
domingo, 30 de abril de 2017
"ENFRENTAMIENTOS ARMADOS" EN MAHADAHONDA
¡¡Estupenda acogida en Majadahonda!!
http://majadahondamagazin.es/la-linea-fuego-desde-majadahonda-los-policias-reciben-insultos-los-desalojos-tienen-derecho-defenderse-74321
http://majadahondamagazin.es/la-linea-fuego-desde-majadahonda-los-policias-reciben-insultos-los-desalojos-tienen-derecho-defenderse-74321
domingo, 16 de abril de 2017
CURSO DE EXPERTO PROFESIONAL EN INTELIGENCIA EMOCIONAL EN LA EMPRESA
CURSO DE EXPERTO PROFESIONAL EN INTELIGENCIA EMOCIONAL EN LA EMPPRESA
MÁS INFORMACIÓN: https://www.fundacion.uned.es/actividad/idactividad/13520
CURSO PERITO JUDICIAL EXPERTO EN DETECCIÓN E INTERVENCIÓN EN MALTRATO Y ABUSOS SEXUALES A MENORES
CURSO PERITO JUDICIAL EXPERTO EN DETECCIÓN E INTERVENCIÓN EN MALTRATO Y ABUSOS SEXUALES A MENORES
MÁS INFORMACIÓN: https://www.fundacion.uned.es/actividad/idactividad/13513
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CURSO DE PERITO JUDICIAL EXPERTO EN PSICOLOGÍA DEL TESTIMONIO
CURSO PERITO JUDICIAL EXPERTO EN PSICOLOGÍA DEL TESTIMONIO
MÁS INFORMACIÓN: https://www.fundacion.uned.es/actividad/idactividad/13510
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perito judicial,
psicología testimonio
martes, 21 de marzo de 2017
POLICÍAS Y POLÍTICOS: UNA RELACIÓN MAL AVENIDA
POLICÍAS Y POLÍTICOS: Una relación mal avenida
Ayer hablaba con un amigo policía local que se encuentra de baja. Es un policía de raza, de esos que adoran su trabajo y que siempre están dispuestos a echar una mano. Le conozco desde hace tiempo y he podido seguir su trayectoria. Como otros muchos policías implicados, ello le ha valido no pocos encontronazos con los responsables políticos. Tampoco es una novedad para nadie que este tipo de situaciones suelen acabar como lo hacen; con el policía reprendido, desmotivado y comiéndose la cabeza.
Los cuerpos de Policía Local suelen encontrarse bajo el mando de responsables políticos que saben más bien poco, o nada, de lo que hace un policía, algo que suele tener consecuencias bastante negativas en la gestión del trabajo policial. Este desconocimiento puede ser tan básico que termina fomentando situaciones rocambolescas. Todos sabemos que poner una multa, por ejemplo, puede ser algo muy sencillo, o terminar como el rosario de la aurora, con el ciudadano esposado y en comisaría. El alcalde o concejal de turno, desconocedor de lo complicadas que llegan a ser en ocasiones las interacciones con los ciudadanos, puede pensar que está en un restaurante y que el cliente (ciudadano) siempre tiene razón. Conclusión: como apuntaba antes, puede que el reprendido sea el agente y no el ciudadano, que ve feliz cómo su multa descansa en la carpeta del olvido. Casi todos los ejemplos que podría citar aquí tienen un final similar: un policía cuestionado, ninguneado y, en el peor de los casos, expedientado por cumplir con su obligación.
La ignorancia política sobre el trabajo policial puede tener consecuencias muy peligrosas. Un caso paradigmático lo encontramos en todo lo que se refiere al porte y empleo del arma reglamentaria. Muchos responsables políticos parecen venir de serie con una carga genética que les hace horrorizarse, no solo ante el hecho de que los agentes porten armas de fuego, sino ante la posibilidad remota de que puedan hacer uso de las mismas durante su trabajo. ¿Razones para esta actitud? Que aquí no pasa nunca nada, que esas cosas sólo pasan en las grandes ciudades, que no es un buen ejemplo para los niños y la ciudadanía, que puede haber accidentes…
Por desgracia, todos los datos de que disponemos en la actualidad, nos dicen que el peligro de amenaza a la integridad física del policía puede presentarse en cualquier lugar. También nos dice que es poco probable que el policía emplee su arma a lo largo de su carrera profesional, pero que si la necesita y no la tiene, o vive bajo el temor de ser sancionado por un uso inadecuado de la misma, esto le puede costar la vida. Pero no. Es mejor permanecer en la ignorancia, fomentando conductas de “buenismo” social y dando la espalda a lo que ocurre realmente en nuestras calles.
Estos mismos responsables políticos, ignorantes de que un policía local, en este caso, debe ser un policía preparado, motivado y efectivo, se preocupan más del ciudadano que monta un pollo por una multa, que no de la ilegalidad cometida o de la adecuada intervención del agente. Estas actitudes políticas tienen un gran peso en la desmotivación del agente. Pero esto parece no importarle a nadie.
Cuando escucho las declaraciones de algunos políticos en relación al trabajo policial, no puedo por menos que enrojecer de vergüenza ajena. Sale muy barato cargar contra el colectivo policial. Les pedimos que mantengan la seguridad, pero a base de carantoñas y con el mínimo empleo de la fuerza, más preocupados por la imagen pública que de la seguridad en las calles. Las ciencias policiales, la psicología aplicada al trabajo policial, los estudios sobre fisiología aplicados a la intervención policial, etc., nos están ofreciendo mucha y muy importante información. Demasiado importante como para ser ignorada y olvidada en un cajón. Un concejal de Gobernación, de Policía, de Seguridad Ciudadana, o como se llame en ese Ayuntamiento en concreto, ¿no debería tener la obligación de adquirir unos mínimos conocimientos al respecto? Al menos, los mínimos para no decir payasadas y jugar con cosas de mayores.
Llevo casi 30 años atendiendo psicológicamente a policías de distintos cuerpos, además de estudiar y profundizar sobre los factores emocionales y psicológicos implicados en el “ser policía”. Después de este tiempo, me ofende que todavía se estén cuestionando determinadas cosas, como que se vea el arma reglamentaria como algo innecesario, que no se preste a la formación la importancia que tiene, que muchos mandos sean escogidos por la afinidad con quien gobierna y no por sus habilidades de gestión y liderazgo, que la profesionalidad del policía se ponga en entredicho cuando su actuación pueda soliviantar a ciudadanos votantes, o que nadie se preocupe del desgaste emocional y personal que implica el trabajo policial. Y hay más.
Cuando un responsable político está cuestionando la necesidad del porte del arma reglamentaria, sólo cabe llamarle ignorante e ideólogo de tres al cuarto. Nuestros policías mueren en pueblos pequeños y en ciudades grandes a manos de indeseables a los que les da igual ideologías y derechos. Aplauden cuando ven a un agente indefenso, o más preocupado por las consecuencias legales de abrir fuego con su arma que del daño que pueda sufrir su propia vida. El mundo al revés.
La realidad es que, para muchos Ayuntamientos, sus policías son más una molestia que otra cosa. Profesionales a los que no se visualiza muchas veces como “auténticos” policías, sino como funcionarios auxiliares a quienes hay que atar corto para que no solivianten al personal. No hay interés en dignificar la profesión, sino en mantenerla en modo subsistencia. Luego, de vez en cuando, pasa algo y… todos nos echamos las manos a la cabeza.
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jueves, 26 de enero de 2017
PONENCIA SOBRE SUICIDIO POLICIAL
1ª Ponencia del suicidio en el ámbito policial: Causas y prevención
El pasado martes tuvimos la ocasión de realizar la 1ª conferencia-ponencia en España, que tengamos conocimiento, desde nuestra Asociación respecto el suicidio en el ámbito policial. El lugar escogido fue el Centro Cívico La Buhaira (Sevilla).
No quiero empezar sin agradecer la asistencia al mismo de militares, guardias civiles, policías nacionales, bomberos y policías locales de diferentes municipios de Andalucía. Incluso de familiares de policías que sufrieron la pérdida de un ser querido por suicidio que tuvieron conocimiento de la ponencia y agradecieron nuestro trabajo y labor para que en la medida de lo posible podamos prevenirlo y minimizarlo. Así como miembros de la judicatura y fiscalía o el propio director de la escuela de policía de Andalucía. Y alumnos de la facultad de psicología.
En este acto contamos con la presencia de:
- Fernando Pérez Cacho, psicólogo clínico licenciado por la Universidad de Deusto, lleva 30 años dedicándose a la psicología clínica y la formación policial. Actualmente ejerciendo la profesión dentro del Departamento de Violencia de Género Consell Insular de Menorca prestando atención psicológica a mujeres víctimas de violencia de género.
- Casimiro Villegas Montero, ex-miembro de la policía local de Sevilla, con una discapacidad sobrevenida por acto de en enfrentamiento armado. Licenciado en Derecho y verdadero artífice de este evento. Su trabajo a lo largo de más de un año y medio de recogida de datos ha facilitado que se pudiese realizar y mostrarnos datos de una verdadera epidemia que afecta a nuestra colectivo y en general a la sociedad.
- Vicente Flores Calero, Presidente de AILPOLD, ex-miembro de la guardia urbana de Barcelona expulsado por un discapacidad sobrevenida por acto de servicio. Graduado en Prevención y Seguridad Integral. Máster universitario en Seguridad y Salud en el Trabajo: Prevención de Riesgos Laborales.
Como bien explicó Casimiro, el inicio de todo esto fue un enfrentamiento armado que el mismo sufrió y que acabó, por desgracia para él, en la expulsión del cuerpo mediante un reconocimiento de una incapacidad laboral permanente en grado absoluto. Despojándole de su condición de agente de la autoridad, arma reglamentaria y uniforme. Y todo porque un robo en el interior de su propia vivienda.
A raíz de lo vivido personalmente empezó a buscar casos de enfrentamientos armados parecidos como el suyo y ahí es dónde nos encontramos personas que nos unió en este proyecto.
En esa búsqueda conoció a conoció a Fernando y Ernesto Pérez Vera coautor del libro “La realidad de los enfrentamientos armados” (lectura que recomiendo) y donde se pone de manifiesto que estos sucesos son más comunes de lo que parecen dentro de los colectivos policiales.
Ernesto y Fernando ( de izq. a derecha)
Durante esa búsqueda, Casimiro, detectó otro problema que reflejaba una realidad alarmante. El porcentaje de suicidio en nuestro colectivo supera el doble porcentualmente respecto a cualquier otra profesión.
A tenor de los datos facilitados, en España mueren por esta causa alrededor de 4.000 personas. Por accidente de tráfico fueron 1.160 personas. El suicidio en España es la primera causa de muerte no natural. En este contexto se enmarcó la ponencia respecto a la muerte autoinfligida de muchos policías intentando profundizar en las razones que pueden explicar por qué se suicida un policía en nuestro país cada 15 días.
Estudios recientes como el realizado por la Asociación Unificada de la Guardia Civil (AUGC) han acreditado esta “epidemia alarmante”. En el Cuerpo Nacional de Policía (CNP) 136 miembros de la corporación de todas las categorías se han suicidado desde el año 2000.
El porcentaje de suicidio en nuestro colectivo supera el doble porcentualmente respecto a cualquier otra profesión.
Alrededor de esta problemática existe un silencio mediático y policial que ha provocado que el Ministerio del Interior nunca ofrezca datos oficiales respecto al número de suicidios que tienen lugar en la Policía y en la Guardia Civil y que la prensa tampoco pregunte por ellos. Caso aparte son las policías locales, dónde la descoordinación de más de 2000 cuerpos municipales y cerca de 65.000 agentes de policía municipal vuelve a evidenciarse.
Datos objetivos que reflejan una realidad que debemos afrontar desde la prevención que es multidisciplinar con la máxima normalidad posible mediante el asesoramiento de profesionales.
El tema tratado en sí, merece ser analizado de forma independiente, específica, profunda y dedicarle un largo período de tiempo.
Desde AILPOLD consideramos que existe un nexo causal directo con esta ponencia. Lamentablemente hemos sufrido la pérdida de compañer@s que nos han dejado desde nuestra creación y que no pudieron superar una situación que a cualquiera de nosotros podría sucederle.
Nos encontramos en múltiples ocasiones como nuestra vida da un giro de 180º grados cambiándotela en minutos como consecuencia de un accidente laboral, enfermedad profesional o enfermedad común. A eso se añade en ocasiones la posterior victimización sufrida. Pues debemos añadir a este problema el desamparado de la propia administración la cual procede a expulsarte del cuerpo o con el propio entorno laboral. Apartado este último en el que debemos poco a poco realizar un trabajo de pedagogía para transmitirles como puede cambiarte tu vida de un día para otro encontrándote con una realidad totalmente diferente hasta la que llevabas desarrollando hasta ese momento. Por suerte contamos con el apoyo de much@s compañer@s.
Es en ese momento cuando debemos apoyar más a nuestras fuerzas y cuerpos del estado que en múltiples ocasiones han puesto en juego su integridad física por el bien común de garantizar la seguridad pública. ¿Qué sociedad queremos si no tratamos con dignidad a personas con una discapacidad sobrevenida, más si cabe si esta ha sido por acto de servicio? ¿Es que una persona con discapacidad no puede prestar ningún servicio dentro de la Administración? ¿Es que es un premio o suerte padecer una discapacidad?
Es en ese momento cuando debemos prestarles una ayuda asistencial y no represiva ni de castigo o de acoso. O de un periplo judicial para hacer valer un derecho reconocido legalmente como e sea segunda actividad.
Este acto nos ha dado fuerza para continuar con nuestra causa con más fuerza y ánimos y que repetiremos en otras ciudades de España.
Fuente: https://ailmed.wordpress.com/2017/01/26/1a-ponencia-del-suicidio/
jueves, 5 de enero de 2017
CONFERENCIA SOBRE SUICIDIO EN EL ÁMBITO POLICIAL
Os dejo aquí el cartel de la conferencia que impartiré en Sevilla sobre el suicidio en el ámbito policial. Creo que todos somos conscientes de que el suicidio en nuestro país ya supera casi por el doble a las muertes que se producen por accidente de tráfico. El suicidio en España es la primera causa de muerte no natural. En este contexto se enmarca la muerte autoinfligida de muchos policías. Intentaremos profundizar en las razones que pueden explicar por qué se suicida un policía en nuestro país cada 15 días.
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