domingo, 1 de marzo de 2009

LA FIABLIDAD DEL TESTIMONIO: IDENTIFICACIÓN FOTOGRÁFICA

Se parece a la clásica rueda de reconocimiento en la que el testigo tiene que identificar a un sospechoso entre un grupo de personas. En este caso se hace con un grupo reducido de fotografías. Este procedimiento suele emplearse cuando la policía tiene en mente a un sospechoso concreto y necesita que el testigo confirme sus sospechas identificándolo. Se da instrucciones al testigo para que inspeccione las fotografías y para que, si reconoce a alguien, diga quién y dónde ha visto su cara antes.

La identificación fotográfica tiene claras ventajas sobre la elección forzosa, ya que obliga al testigo a mirar varias posibles elecciones y rechazar varias alternativas posibles. La identificación fotográfica es preferible a los ficheros policiales ya que el testigo cuenta con un número menor de fotografías a examinar y cada fotografía se parece a la descripción del sospechoso. La identificación fotográfica tiene, sobre las ruedas de reconocimiento, la ventaja de que el testigo no se vea intimidado por la presencia del posible perpetrador. Será la elección favorita si el testigo es un niño.

Las identificaciones fotográficas tienen también desventajas:
1. El hecho de que el testigo tenga que examinar una fotografía estática de la persona que originalmente vio en “movimiento” puede ocasionar dificultades. Esto puede suponer un problema especialmente si el aspecto del sospechoso ha cambiado desde que se le hizo la fotografía, o si la fotografía es en blanco y negro, de poca calidad y tomada de frente.

2. En los estudios al respecto siempre se presentaba la fotografía del sospechoso en la fila de fotos. Pero en la vida real puede que la foto del sospechoso no se encuentre entre las presentadas. Diversos estudios han mostrado que los niños en particular pueden tener dificultades cuando se encuentran en la situación de “objetivo ausente”. Tras revisar una serie de estudios al respecto, Cutler et al (1994) concluye que este método proporciona resultados de identificación similares a los reconocimientos a través de vídeo y a las ruedas de reconocimiento.

3. Otro problema cuando se intenta evaluar las identificaciones fotográficas viene del hecho de que el nivel de dificultad varía inevitablemente de un estudio a otro (parecido entre las fotografías, tiempo de exposición, tiempo entre la observación del objetivo y la prueba, etc.) Aunque se han examinado una serie de variables, sólo el intervalo de retención (el tiempo que transcurre entre ver al objetivo y la prueba) parece emerger como una variable importante.

4. Es muy probable que existan diferencias entre los resultados obtenidos en los estudios y en la vida real. En el laboratorio se pueden intentar controlar las variables, pero en la vida real nos podemos encontrar con que la aplicación de la técnica es muy variada: se puede intentar facilitar el trabajo de los testigos dándoles pistas, haciendo que la foto del sospechoso destaque por algo, etc.

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