martes, 3 de febrero de 2009

¿POR QUÉ CONFIESAN LOS SOSPECHOSOS? TEORÍAS I



FACTORES QUE INHIBEN LA CONFESIÓN


Los factores que suelen dificultar el que las personas confieses suelen tener que ver con las consecuencias potenciales de confesar, que se refieren a:

- Temor a las sanciones legales. Como el encarcelamiento, la pena de muerte o quedar fichados por la policía.
- Preocupaciones sobre la propia reputación. Cuanto más alta la posición social, mayor reluctancia a confesar. En algunos casos, ser sospechoso de pequeños delitos puede tener consecuencias devastadoras para la persona.
- No querer admitir lo que uno ha hecho. Tras cometer un delito algunas personas “suprimen” el recuerdo de ese delito porque lo que han hecho es totalmente inaceptable para ellos. Este “olvido” funciona para salvaguardar la autoestima y el bienestar psicológico.
- No querer que la familia o amigos sepan del delito. Se trata de evitar hacer daño a terceros y el cotilleo.
- Miedo a las represalias. El miedo a las represalias puede ser, en algunos casos, más fuerte que el miedo a sanciones penales.

MODELOS TEÓRICOS DE LA CONFESIÓN

El modelo de confesión de Reid

Este modelo esta basado en los nueve pasos de interrogatorio propuesto por Reid y en su aparente éxito para producir confesiones. Este modelo interpreta el interrogatorio como el deshacer psicológicamente el engaño. El engaño criminal está principalmente motivado por la conducta de evitación, es decir, evitando las posibles consecuencias de ser sincero. Los dos tipos de consecuencias de ser pillados mintiendo puede ser “reales” y “personales”. Las consecuencias reales generalmente implican privación de libertad o multas económicas. Las consecuencias personales implican una baja autoestima y un daño a la integridad personal. Admitir la conducta delictiva suele ser embarazoso para la mayoría de la gente, con lo que dificulta la confesión.
El engaño exitoso se refuerza a través de los principios del condicionamiento operante. Así, la mentira no detectada se premia e incrementa las oportunidades de nuevas mentiras. Sin embargo, una socialización exitosa enseña a la gente que no está bien mentir, y cuando se miente, las personas pueden experimentar un conflicto interno que consta de sentimientos de frustración y ansiedad. El incremento en el nivel de ansiedad asociado a la mentira induce a la persona a confesar. Se genera una menor ansiedad interna al decir la verdad. A medida que aumenta el nivel de ansiedad al mentir, la persona afronta la situación empleando mecanismos de defensa que funcionan reduciendo la ansiedad y restaurando la autoestima. Los dos mecanismos de defensa más relevantes durante el interrogatorio son la “racionalización”, que sirve al delincuente para evitar la responsabilidad completa del delito (el delincuente racionaliza el delito de alguna forma), y la “proyección”. Proyección significa que el delincuente atribuye la culpa del delito a una fuente externa (ej., la victima). Tanto la racionalización como la proyección distorsionan el relato de lo sucedido realmente.
De acuerdo con este modelo, el sospechoso confiesa (por ejemplo, dice la verdad) cuando las consecuencias percibidas de la confesión son más deseables que la ansiedad generada por la mentira (ej., la negación). Las consecuencias percibidas y la ansiedad percibida pueden ser manipuladas por el interrogador. Así, Jayne (1986) argumenta que hay 3 conceptos básicos relevantes a la manipulación del interrogador de la percepción y consecuencias de la ansiedad. Son las expectativas, la persuasión y las creencias. Las expectativas se refieren a lo que el sujeto percibe como deseable. Al comienzo del interrogatorio, el confesar se interpreta como altamente indeseable. La persuasión es la forma de cambiar lo que el sospechoso ve como deseable (cambio de “expectativa”) y sus “creencias “básicas en la estructura de los mensajes internos que tienden a apoyar o refutar la expectativa.


De acuerdo con este modelo, hay cuatro criterios esenciales para cambar las creencias y expectativas del sospechoso:

1 - La información proporcionada por el interrogador debe percibirse como creíble (comunicación de sinceridad y confianza).

2 - El interrogador desarrolla una comprensión de las actitudes y debilidades del sospechoso.

3 - Saber qué es lo que cree que evita el sospechoso mintiendo y su nivel de tolerancia a la ansiedad.



El sospechoso necesita interiorizar las sugerencias del interrogador. Esto se realiza en un proceso de tres fases:

- El sospechoso debe comprender las ideas del interrogador.
- El sospechoso debe aceptar el mensaje comunicado por el interrogador.
- El sospechoso debe interiorizar o creer las sugerencias del interrogador.

Cuanto más sugestionable sea el sospechoso más fácil resultará obtener una confesión.

4 - El interrogador debe observar constantemente si el sospechoso acepta o no el tema sugerido, si hay que aumentar su ansiedad y si el momento de presentación de alternativas es el adecuado. La persuasión es un proceso dinámico que necesita regularse en relación a las fortalezas y vulnerabilidades del sospechoso.

Jayne recomienda una serie de trucos para manipular al sospechoso y reducir así las consecuencias percibidas por confesar. La autora sugiere presentar al sujeto temas que incrementen el autoengaño y la distorsión cognitiva. Para ello se emplea la “racionalización” y la “proyección”. Estos dos mecanismos de defensa permiten a la persona abordar las experiencias amenazantes en forma de autoengaño sin que sea consciente de ello. El interrogador puede reducir la ansiedad alterando la percepción del sujeto sobre las consecuencias percibidas de las admisiones autoincriminatorias. Lo que hace el interrogador es estimular la tendencia natural del delincuente e emplear mecanismos de defensa para justificar sus delitos y mantener la autoestima.
Jayne señala que estos mecanismos de defensa son más efectivos para reducir la percepción de las consecuencias reales de la conducta criminal, mientras que el truco de emplear la simpatía y la compasión es más efectivo para superar la inhibición de la percepción de las consecuencias personales. Incrementar las ansiedad percibida derivada de persistir en la negación se consigue a través de la manipulación psicológica, haciendo que la ansiedad del sospechoso vaya hacia dentro en lugar de hacia fuera. La ansiedad que se vuelve hacia fuera (ej., suspicacia, enfado, odio…) inhibe las conductas que promueven la confesión, mientras que jugar con los sentimientos de culpa y vergüenza del sospechoso incrementa la clase de ansiedad que generalmente conduce a una confesión.Según este modelo, el éxito del interrogatorio depende del grado en que el interrogador es capaz de identificar las vulnerabilidades psicológicas, de explotarlas hasta alterar el sistema de creencias y percepción del sujeto sobre las consecuencias de hacer confesiones autoincriminatorias, y persuadiéndole para que acepte la versión de la “verdad” que le ofrece el interrogador.

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