miércoles, 29 de julio de 2009

LA DETECCIÓN DE MENTIRAS EN LAS DECLARACIONES DE TESTIGOS



Vrij (2000) realizó un estudio en profundidad de la conducta no verbal de los testigos, recopilando una serie de indicios cuya presencia puede hacernos sospechar de que mienten en sus declaraciones. Clasificó estos indicios de forma que podían incrementarse con la mentira, disminuir con la mentira, no tener ninguna relación con la mentira y aquellas en las que mentir implica un gran esfuerzo de pensamiento. Manejar estos indicadores supone un verdadero esfuerzo de atención, incluso de grabar en vídeo la entrevista para visionarla de nuevo posteriormente. Según la clasificación mencionada antes, dividiremos las conductas no verbales como sigue:

Su presencia se incrementa con la mentira

- Tono de voz: cambios en el tono de voz, tales como subidas o bajadas.
- Duración de las pausas: longitud de los periodos de silencio durante el habla.

Su presencia indica que mentir supone un gran esfuerzo de pensamiento

- Interrupciones del habla: interjecciones.
- Errores del habla: repetición de palabras u oraciones, cambio de sentencias, oraciones incompletas, lapsus linguae, etc.
- Tasa del habla: número de palabras habladas en un cierto periodo de tiempo.

Su presencia disminuye con la mentira

- Movimientos ilustradores: movimientos funcionales de brazos y manos.
- Movimientos de manos y dedos: movimientos no funcionales de manos y dedos sin movimientos de brazos.
- Movimientos de piernas y pies.

Su presencia no está relacionada con la mentira

- Latencia de la respuesta: tiempo de silencio entre la pregunta y la respuesta.
- Frecuencia de las pausas: frecuencia de periodos de silencio durante el habla.
- Mirada: mirar a la cara del interlocutor.
- Sonrisa: sonrisas y risas.
- Parpadeo: parpadeo de los ojos.
- Auto-manipulaciones: rascarse la cabeza, muñeca, etc.
- Movimientos de la cabeza: asentimiento y disentimiento con la cabeza.
- Movimientos del tronco: movimientos del tronco (generalmente acompañados de movimientos de cabeza).
- Cambios de posición: cambios en la postura corporal (generalmente acompañados de movimientos del tronco y piernas/pies).

domingo, 26 de julio de 2009

LA VALORACIÓN DE LA PELIGROSIDAD CRIMINAL y II



HISTORIAL DE VIOLENCIA PREVIA

- ¿Cuál es el historial de violencia del sujeto? ¿Ha sido arrestado previamente Y, si ha estado ingresado en hospital psiquiátrico, ¿se ha comportando de manera violenta?
- Los episodios de violencia reciente tienen mayor poder de predicción que la violencia ocurrida en el pasado.
- El sujeto ha sido víctima de abusos o ha sido testigo de abusos durante la infancia.

FACTORES SOCIODEMOGRÁFICOS

- Sexo (más habitual hombre adolescente y adultos jóvenes)
- Estatus socioeconómico (pobre).
- Bajo nivel educacional.
- Etnia (no blanco).

TRASTORNO MENTAL

Se ha observado que algunos trastornos mentales específicos están asociados a un aumento en el riesgo del comportamiento violento.

- Psicopatía.
- Trastornos de la Personalidad.
- Alucinaciones y delirios.
- Trastorno bipolar y esquizofrenia.
- Abuso de sustancias, incluido el alcohol.
- Trastornos de Control de Impulsos.
- Ideación suicida e intentos de suicidio.
- Hostilidad e ira.

FACTORES SOCIALES Y SITUACIONALES

- Eventos vitales estresantes, como la separación conyugal, rupturas sentimentales, etc.
- Falta de apoyo profesional.
- Ausencia de una red social de apoyo.
- Contexto vital en el que el agresor y víctima potenciales viven.

FACTORES BIOLÓGICOS Y NEUROLÓGICOS

- Anormalidades neurológicas y disfunciones orgánicas cerebrales.
- Déficits cognitivos.- Niveles alterados de serotonina y testost

VALORACIÓN DE LA PELIGROSIDAD CRIMINAL I



Ha quedado constatado en diversos estudios que una de las fuentes de estrés en el trabajo del policía proviene del funcionamiento del sistema judicial. En líneas generales, hay dos focos de estrés potencial: cuando el policía tiene que prestar testimonio en un juicio y la sensación de que el sistema judicial “no hace su trabajo”; es decir, que el policía detiene al delincuente – proceso a veces muy costoso – para observar después impotente cómo ese mismo delincuente es puesto en libertad. Todo ello se traduce en sentimientos de frustración, desmotivación, etc.
A veces, la experiencia te dice que hay sujetos que no conviene dejar en libertad porque tienen todos los puntos para reincidir. Actualmente, y como complemento a la experiencia, disponemos de indicadores (aunque o en un 100 por 100 fiables) que nos sirven de guía para valorar la peligrosidad criminal. Hacer una buena evaluación de la peligrosidad criminal tiene consecuencias importantes: aplicar la libertad condicional, establecer el tipo de pena, posibilidad de reincidencia, aplicación de medidas de seguridad, etc.
Por desgracia, no siempre se tienen en cu enta estas guías o se aplican de manera inadecuada.
En la segunda parte de este artículo os dejo un resumen de los factores que tradicionalmente se tienen en cuenta a la hora de valorar la peligrosidad criminal, el riesgo de violencia.
A continuación os enumero algunas áreas generales y factores específicos que conviene tener en cuenta al evaluar la peligrosidad criminal y que peroceden de diversos estudios al respecto. Básicamente queremos responder a la pregunta: ¿Qué riesgo hay de que este sujeto vuelva a cometer un crimen/delito? Para elaborar este resumen me he basado en el estudio de valoración de la personalidad criminal llevado a cabo por E. Esbec y O. Fernández (2003)

lunes, 20 de julio de 2009

¿SABEMOS CUÁLES SON LAS CONSECUENCIAS PSICOLÓGICAS DEL ABUSO SEXUAL INFANTIL?



La autora de este estudio, perteneciente al Departamento de Psicología de la Universidad de Barcelona, ha realizado una interesante y completa revisión bibliográfica sobre las consecuencias iniciales del abuso sexual infantil. Los indicadores psicológicos del abuso sexual infantil o consecuencias iniciales, son aquellos efectos que suelen situarse en los dos años siguientes al abuso y que, por tanto, suelen encontrarse presente en la infancia y la adolescencia.
Los diferentes estudios realizados al respecto demuestran que no existe un patrón de síntomas único. Es decir, las víctimas no presentan todas los mismos síntomas sino que pueden mostrar una sintomatología muy variada – incluso la ausencia total de síntomas – que no permite hablar de un síndrome que defina y englobe los problemas emocionales, cognitivos y sociales que se relacionan con la experiencia del abuso sexual.
Según diversos autores, entre un 20 y un 30% de las víctimas de abuso sexual infantil permanecerían estables emocionalmente tras esta experiencia.
El estudio presente ha dejado al descubierto una serie de problemas metodológicos importantes a la hora de hablar de problemas psicológicos asociados al abuso sexual infantil:

- La dificultad para obtener una amplia muestra de víctimas en menores de edad.
- La posible inclusión en los grupos de control de víctimas de abuso que no fueron detectada, lo que afecta a la diferencia entre los grupos.
- La habitual inclusión en los estudios de víctimas que han experimentado múltiples tipos de maltrato, con lo que resulta difícil determinar si los problemas psicológicos asociados son causa del abuso sexual o de otro tipo de maltrato.
- En la evaluación psicológica a corto plazo de las víctimas de abuso sexual la mayoría de los estudios emplean únicamente una fuente de información, que suele ser el cuidador no agresor, con el sesgo que tal método puede producir.
- Destaca también la falta de control de variables que pueden interferir en el estado de las víctimas (como la existencia de problemas familiares) y que puedan ser la verdadera causa de los problemas psicológicos observados.

En definitiva, que una buena parte de los estudios realizados hasta el momento adolecen de lagunas metodológicas que hacen muy difícil responder a la pregunta de cuáles son os problemas psicológicos asociados al abuso sexual y si, efectivamente, éste ha sido la causa de determinados problemas psicológicos en las personas observadas.
En los trabajos publicados en los últimos años, los síntomas más frecuentes encontrados son la ansiedad, la depresión, la baja autoestima, el sentimiento de culpa y la estigmatización.
Son también relevantes los problemas de conducta, especialmente la sexualización del comportamiento del menor, pudiendo ser de gran utilidad como indicador de una situación de abuso sexual.
La autora resalta la importancia de tener en cuenta la función de las denominadas variables mediadoras o moderadoras entre la experiencia del abuso sexual y el desarrollo de problemas psicológicos. Factores como frecuencia y duración del abuso, coerción física, sentimiento de culpa, estrategias de afrontamiento o apoyo social, podría facilitar la aparición de trastornos psicopatológicos. Mientras que la frecuencia o ausencia de otros factores podría minimizar o anular ,los posibles efectos psicopatológicos, proporcionando al individuo capacidad de resistencia.
Los estudios realizados al respecto parecen confirmar que un importante porcentaje de víctimas de abuso sexual infantil no presenta repercusiones psicológicas tras esa experiencia. Autores como Echeburúa sitúan ese porcentaje de resistencia en un 30% de las víctimas a corto plazo y en un 70% a largo plazo.
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Fuente: "Consecuencias Psicológicas Iniciales del Abuso Sexual Infantil", Noemí Pereda Beltrán, Papeles del Psicólogo.

jueves, 16 de julio de 2009

NUESTROS RECUERDOS PUEDEN TRAICIONARNOS



Científicos identifican la parte del cerebro responsable de la construcción de memorias falsas
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La mente de cualquier ser humano puede acabar generando falsos recuerdos o distorsionando la forma en que algo ocurrió. El individuo puede estar tan convencido hasta el punto de defender como real una mentira construida por el propio cerebro. ¿Cómo nos traiciona nuestra memoria del pasado? En la zona blanca del cerebro se encuentran una serie de mecanismos que hacen que algunas personas sean más o menos susceptibles a la hora de construir falsos recuerdos, según indican los resultados de un estudio realizado por investigadores del Instituto de Investigación Biomédica de Bellvitge (IDIBELL) y la Universidad de Barcelona, que publica The Journal of Neuroscience.
Lo han podido observar gracias a un estudio en el que han participado 48 voluntarios sanos, hombres y mujeres de entre 20 y 30 años. Antes, los participantes pasaron un test para comprobar que no sufrían problemas de memoria. Tras someterlos a varias pruebas, comprobaron que el 75% de ellos recordaba como reales falsos recuerdos. Los investigadores pudieron observar las diferencias entre las partes del cerebro de las personas que tenían más recuerdos falsos y menos mediante una nueva técnica de diagnóstico por la imagen similar a la resonancia magnética, denominada Difusión Tensor Imaging.
Este tipo de estudios resultan de gran interés, sobre todo porque las técnicas de neuroimagen podrían llegar a tener importantes implicaciones en el ámbito judicial a la hora de valorar las declaraciones de testigos y víctimas. "Hay que dejar claro que no se trata de un proceso patológico, todos generamos recuerdos falsos", explica Lluis Fuentemilla, investigador del IDIBELL. Puede ocurrir, sobre todo, con recuerdos de situaciones vividas durante la infancia.
En los falsos recuerdos intervienen zonas del cerebro diferentes a las de los reales. Los investigadores han observado que la diferencia entre individuos se encuentra en la sustancia blanca. Las neuronas se comunican entre ellas mediante axones. En la sustancia blanca se encuentran las fibras nerviosas formadas por haces de axones que conectan las diferentes regiones del cerebro. Si un axón fuese el cable que proporciona luz a un hogar, la sustancia blanca sería el tendido de alta tensión que conecta una ciudad con una central eléctrica. Siguiendo el símil, en las imágenes recogidas por los investigadores han podido observar que los recuerdos reales y la memoria circulan por diferentes "tendidos de alta tensión".
Los recuerdos verdaderos se almacenan gracias a la actividad de la sustancia blanca que une las zonas del hipocampo y el parahipocampo. "La gente con recuerdos reales de mejor calidad acostumbran a tener un haz de axones mejor conectado. La hipótesis con la que trabajamos es que la gente que tiene recuerdos reales más firmes tendrá menos falsos recuerdos", señala Fuentemilla.
Por otro lado, los investigadores han podido ver que en la tendencia a generar falsos recuerdos interviene otro haz de sustancia blanca que conecta las estructuras fronto-parietales del cerebro. Quienes generan más recuerdos falsos también registran una mayor actividad en esta fibra nerviosa. "En realidad, se trata de un mecanismo que el propio cerebro utiliza a la hora de rellenar agujeros que quedan en nuestros recuerdos reales", aclara Fuentemilla.
En el estudio, los participantes tuvieron que recordar listas de palabras relacionadas semánticamente como, por ejemplo, sofá, mesa, sentarse, pupitre, balancín, piernas o taburete. Después de escuchar todas las listas, tuvieron que responder un cuestionario de reconocimiento en el que también aparecían palabras nuevas, muchas relacionadas semánticamente con la serie que se les había presentado, como por ejemplo silla. "En realidad, para generar el recuerdo falso utilizamos información que ya tenemos, no surge de la nada. Pero es tan real y creíble que el individuo acaba creyéndoselo", afirma Fuentemilla. "Creemos que la gente con recuerdos reales más firmes utiliza menos esta vía de rellenar agujeros", concluye.
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Fuente: El País, MÓNICA L. FERRADO - Barcelona - 08/07/2009

martes, 14 de julio de 2009

El 35% de los iraquíes sufre trastornos psicológicos.



BAGDAD.- El terror y el caos en Irak han provocado un considerable aumento de los trastornos psíquicos entre la población, según un estudio publicado ayer por el Ministerio de Sanidad en Bagdad.
Alrededor del 35 por ciento de los iraquíes sufre actualmente considerables trastornos psíquicos, concluye el estudio, en cuya elaboración participó la Organización Mundial de la Salud (OMS).
El informe indica que las mujeres son las más afectadas (un 40 por ciento, frente a un 30 por ciento de los hombres), explicó Mohammed Rashid al Obeidi, asesor del Ministerio, al diario cercano al gobierno "Al Sabah".
En muchos casos, los trastornos mentales conducen al alcoholismo o al padecimiento de graves enferemedades psíquicas. También la violencia en el seno de las familias aumentó considerablemente.
"El motivo del aumento (de enfermedades mentales) es la situación de la seguridad en el país en los últimos años", explicó Al Obeidi. Para este tipo de enfermedades apenas existen posibilidades de tratamiento en Irak. Por ello, Al Obeidi pidió la instauración de departamentos de consulta psicológica en los centros de salud.
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Fuente: Listindiario.com

viernes, 3 de julio de 2009

TEST SOBRE EL ESTRÉS POLICIAL


Apreciados/as amigos/as. Como ya habéis visto, he cambiado el test del blog. En esta ocasión os solicito que respondáis sinceramente sobre aquellas cuestiones que os generan estrés como policías. Desde luego, no he podido incluir todas las posibles causas, pero creo que entre las alternativas se encuentran las más frecuentes. Si, por cualquier motivo, consideráis que hay alguna que debería estar incluída y no la encontráis, por favoir, mandar un mail. Espero poder empezar este invierno un estudio más serio sobre el estrés policial, aunque todavía no lo tengo muy perfilado y se encuentran entre mis manos bastantes asuntillos que me roban tiempo (¡uno de ellos, las vacaciones, je je!).

Gracias de antemano por vuestra valiosa colaboración.

Fernando

LOS ATENTADOS TERRORISTAS PROVOCAN UN AUMENTO EN EL CONSUMO DE ALCOHOL/DROGAS


Casi 1 de cada 12 personas expuestas a un atentado terrorista informan de haber incrementado su consumo de alcohol, de acuerdo con el estudio de la Universidad de Columbia. Los investigadores combinaron los datos de 13 estudios realizados tras los atentados del 11 de Septiembre, las bombas en la Ciudad de Oklahoma y la Intifada en Israel.
Los investigadores emplearon estos datos para calcular la prevalencia de las conductas adictivas tras los incidentes terroristas y para evaluar la probabilidad de un incremento de las conductas adictivas en la población general tras un atentado terrorista.
Los resultados iniciales indicaron que cerca del 10% de la población general entrevistada en aquellos lugares informaron de un consumo de alcohol más problemático. El estudio encontró resultados de consumo similares en relación a drogas y tabaco.
Los autores señalan que los resultados son consistentes con investigaciones previas que señalan que las personas que experimentan un trauma pueden emplear las drogas para afrontar el estrés o automedicarse para los síntomas relacionados con la ansiedad.
Fuente: Science Daily, 2009