domingo, 27 de diciembre de 2009

FELIZ NAVIDAD A TODOS Y PRÓSPERO AÑO NUEVO


Quiero desearos unas felices fiestas en compañía de vuestros seres queridos. Quiero agradeceros, además, vuestro seguimiento y aportaciones a este blog durante 2009. Ahora me tomo unos días de vacaciones, pero cuando vuelva a principios de año, lo haré con más ganas que nunca.
¡¡¡MUCHAS FELICIDADES A TODOS Y TODAS!!!!

sábado, 19 de diciembre de 2009

PELIGROSIDAD CRIMINAL: EL DELINCUENTE SEXUAL



En el historial del delincuente sexual encontramos datos que nos hablan de desintegración familiar, ausencia de supervisión por las figuras de autoridad, carencia de afecto y cuidados. En general, suelen ser infancias rodeadas de condiciones poco favorables.
Las dificultades que encuentra para integrarse socialmente vienen de la mano de su falta de seguridad y afecto. Estas carencias marcarán unas características típicas en este tipo de delincuentes: su carácter sádico y dominante. Las necesidades y deseos emocionales que experimentan suelen encontrarse en la base de su tendencia a cometer delitos.
Suelen mostrar una gran inseguridad, lo que se traduce en comportamientos tímidos, inhibidos y retraídos, lo que dificulta la comunicación interpersonal, los vuelve desconfiados y carentes de afecto a lo largo de todo su desarrollo.
Los pensamientos que les dominan suelen ser del tipo obsesivo de contenido sexual. La comunicación que mantiene con su entorno tiende a ser infantil, con numerosas carencias en el plano verbal. El contenido del lenguaje es pobre o, por el contrario, con gran riqueza de detalles.
Padecen graves trastornos de la afectividad por los conflictos sexuales que experimentan. Son personas dependientes, con una baja autoestima y elevada angustia. La angustia experimentada proviene del intento de controlar sus impulsos sexuales y no poder hacerlo. Existe alteración de la conciencia y tiene tendencia a negar sus conflictos y sus comportamientos asociales y agresivos. Como estrategia para disminuir sus sentimientos de culpa atribuye el ataque sexual a su víctima. La atención y la percepción se encuentran fuertemente influida por el contenido sexual de los problemas que padece.
La inteligencia suele ser inferior a la normal, aunque no hablamos de personas con retraso mental.
Pobre e inestable adaptación a la realidad y profunda dificultad para mantener relaciones afectivas estables.
Con el paso de los años se va produciendo un deterioro progresivo de los valores morales y sociales, lo que va acentuando su peligrosidad.

domingo, 13 de diciembre de 2009

PELIGROSIDAD CRIMINAL: EL PSICÓPATA



Cuando sabemos que la característica más sobresaliente del psicópata es su amoralidad, nos damos cuenta de que no nos enfrentamos a un criminal o delincuente corriente. El psicópata tiene una personalidad anómala definida por un fuerte desequilibrio emocional y psíquico. Aunque no pierde el contacto con la realidad, presenta frecuentes reacciones desequilibradas, afectivas y temperamentales que le proporcionan todos los puntos para experimentar un fuerte desajuste social y mantener frecuentes contactos con la policía y el sistema de justicia.
El psicópata no internalizar, no hace suyas las normas sociales: nada hay que regule o esté por encima de su deseo; las necesidades de los demás seres humanos le son indiferentes y ajenas. Las normas de convivencia, las leyes no están hechas para ellos.
Algunos tipos de psicópatas que podemos encontrarnos:
- El psicópata desalmado. Falto de conciencia moral, no siente remordimiento ni arrepentimiento. Suele ser frío, gruñón y déspota. Como criminal se encuentra entre los que se comportan de forma más peligrosa y brutal. Sólo piensa en complacer sus deseos y carece de sentimientos como el amor y la compasión. No actúa por impulsos, sino que planifica sus acciones criminales, empleando los medios más brutales si lo considera necesario.
- El psicópata necesitado de estimación. Este tipo se caracteriza por querer aparecer siempre más de lo que es o de lo que vale. Suele utilizar con frecuencia la mentira para alcanzar sus fines, mentiras que termina creyéndose él mismo. Se comporta de forma teatral, con falsedad y carente de sentimientos auténticos.
- El psicópata impulsivo. Estos sujetos muestran un contraste entre sus explosiones súbitas y el resto de su comportamiento, más bien tranquilo. Durante una de sus crisis puede comportarse de forma muy brutal, siendo capaz de cometer los crímenes más violentos. En estas ocasiones puede mostrar una carencia de habilidades y recursos para defenderse, huir del lugar del crimen u ocultarlo. Los denominados multihomicidas podrían encuadrarse en esta categoría.

miércoles, 2 de diciembre de 2009

NUEVA EDICIÓN DEL BOLETÍN DE SAFE-WORLD

Ya está disponible el último boletín de la Red Safe-World. Como ya es habitual, deja patente la profeesionalidad y el buen hacer de quienes forman ese estupendo grupo de trabajo e investigación.
Podéis encontrar el boletín aquí: http://cies.files.wordpress.com/2009/12/boletin-red-safe-world.pdf

sábado, 14 de noviembre de 2009

RECONOCER LOS SENTIMIENTOS DE LAS VÍCTIMAS DE ABUSO PSICOLÓGICO

El policía se encuentra frecuentemente en su trabajo diario con mujeres víctimas de abuso verbal. Cuando el policía se entrevista con estas mujeres puede tener dificultades para reconocer el abuso psicológico, ya que la negativa de la propia mujer a reconocerlo es frecuente. A continuación se detallas algunas características a tener en cuenta durante la entrevista con la mujer maltratada o que sospechamos sea objeto de maltrato psicológico.
Recordemos que los sentimientos que encontraremos en estas situaciones son muchos y contradictorios: por un lado, la mujer es consciente del maltrato al que es sometida y quiere acabar con él, quiere hablar sinceramente con el policía. Por otro, sentimientos de culpabilidad y dependencia pueden hacer que la mujer disculpe el comportamiento de su pareja, incluso que se autorresponsabilice de lo que ocurre.

Responsabilidad e incapacidad. La víctima se siente culpable de los problemas existentes en la relación y de la agresividad mostrada por sus parejas. La mujer se siente responsable de la situación que padece y hace todo lo posible para tratar de comprender el comportamiento del abusador. Cuando no consiguen comprender este comportamiento de su pareja, el por qué se comporta así, entonces comienza a experimentar sentimientos de impotencia.

Determinación y frustración. As víctimas siempre intentan comportarse de la manera más complaciente con el abusador para evitarse problemas y, también, con el objetivo de que la relación mejore. Han aprendido que cuando expresan lo que realmente piensan o sienten, el maltratador las anula y experimentan frustración. Esta frustración no se transmite mediante la ira, sino que todavía redoblan los esfuerzos de la mujer por comprender y ser comprendida.

Responsabilidad e incapacidad. Las víctimas suelen sentirse responsables del funcionamiento de la relación y de la ira de su pareja. Los sentimientos de responsabilidad se alternan con los de incapacidad cuando la víctima no puede lograr que el maltratador cambie su actitud o le comprenda, o bien cuando ella no puede comprenderlo a él o lo que realmente quiere.

Determinación y frustración. Las víctimas intentan expresarse de la mejor manera posible para evitar conflictos, pero cuando manifiestan lo que realmente quieren o piensan el abusador las anula. Todo ello genera frustración.

Afecto y rechazo. La mujer no puede compartir ni expresar sus alegrías y placeres, puesto que él puede enojarse cuando ella piensa que debería sentirse complacido. Una sensación que experimentan frecuentemente las víctimas es la de haber dicho o hecho algo que fue mal. La indiferencia, la crítica y el desprecio del maltratador, son vistos como un rechazo, como si la pareja no cumpliera con las expectativas de él. La mujer deja de tener valor. El rechazo intermitente crea confusión.

Esperanza y decepción. Las víctimas tienen la esperanza de un cambio, de que la relación mejorará con el tiempo. Piensan que será difícil, pero que al final llegarán a acuerdos consensuados y serán felices. Confían en que el maltratador se terminará dando cuenta de que hace daño, de que hiere … y dejará de hacerlo, puesto que dice que la quiere. Al alentar las esperanza de la víctima, ésta sufre continuas decepciones.

Felicidad y tristeza. La pareja se siente feliz cuando el abusador parece comprenderla y escucharla. Pero cuando la víctima se da cuenta de que él no la ha entendido, le grita, la acusa o la desmerece, entonces le invade un sentimiento de tristeza.

Seguridad y miedo. Al inicio se cree en un posible cambio, pero cuando la mujer se da cuenta de que éste va a ser imposible, ya que el abuso se intensifica, entonces la víctima empieza a temer al abusador. Llega a temer el enfado y la impredecibilidad. Al mismo tiempo, tiene miedo a perder el amor del maltratador y la seguridad que creía tener en la relación.

Serenidad y sorpresa. La pareja de un abusador verbal se siente sorprendida cuando éste le grita, la desmerece, la ridiculiza o se enfada súbitamente. Lo inesperado del abuso verbal parece aislar cada incidente en la mente de la víctima, como si no tuviera relación con otros episodios anteriores. Cada situación parece tener una causa diferente y la mujer suele recuperar la serenidad entre un incidente y otro.

Confusión. La víctima es incapaz de observar con claridad la situación real que está viviendo, debido a su baja autoestima.

No es tarea fácil reconocer el abuso verbal o psicológico. La manera en que se produce puede generar en el policía más dudas que respuestas. Ya decimos que la actitud de negación de la víctima dificulta la investigación y nos devuelve al punto de partida. Pero conocer estas características noz puede ayudar a comprender mejor en qué fase se encuentra la mujer maltratada psicológicamente y actuar en consecuencia.

miércoles, 21 de octubre de 2009

¿ERES VÍCTIMA DE ACOSO PSICOLÓGICO?




El investigador Iñaki Piñuel propone el empleo de la denominada Escala Cisneros para que uno mismo pueda valorar si está siendo sometido a acoso psicológico o mobbing. La forma de responder es verdadero o falso. Este instrumento es muy interesante, ya que el sentimiento que tienen muchos policías de estar siendo acosados psicológicamente – ya sea por compañeros o por superiores -, a veces se confunde con pensamientos como "estaré exagerando", etc. Además, esta sensación de ser víctima de mobbing puede quedar neutralizada – que no eliminada – cuando comentamos este hecho con alguien de nuestra confianza dentro del cuerpo y nos dice que son imaginaciones nuestras, que sólo son bromas, etc. A partir de aquí, el sentimiento de soledad puede ser absoluto. Podéis autoadministraros este cuestionario. Si el resultado es un alto porcentaje de respuestas verdaderas, entonces, tenemos un problema.
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1. Mi superior restringe mis posibilidades de comunicarme, hablar o reunirme con él.
2. Me ignoran, me excluyen o me hacen el vacío; fingen no verme o me hacen "invisible."
3. Me interrumpen continuamente impidiendo expresarme.
4. Me fuerzan a realizar trabajos que van contra mis principios o mi ética
5. Evalúan mi trabajo de manera inequitativa o de forma sesgada.
6. Me dejan sin ningún trabajo que hacer, ni siquiera a iniciativa propia.
7. Me asignan tareas o trabajos absurdos o sin sentido.
8. Me asignan tareas o trabajos por debajo de mi capacidad profesional o mis competencias.
9. Me asignan tareas rutinarias o si valor o interés alguno.
10. Me abruman con una carga de trabajo insoportable de manera malintencionada.
11. Me asignan tareas que ponen en peligro mi integridad física o mi salud a propósito.
12. Me impiden que adopte las medidas de seguridad necesarias para realizar mi trabajo con la debida seguridad.
13. Se me ocasionan gastos con el fin de perjudicarme económicamente.
14. Prohíben a mis compañeros o colegas que hablar conmigo.
15. Minusvaloran y echan por tierra mi trabajo no importa lo que haga.
16. Me acusan injustamente de incumplimientos, errores, fallos, inconcretos y difusos.
17. Recibo críticas y reproches por cualquier cosa que haga o decisión que tome en mi trabajo.
18. Se amplifican y dramatizan de manera injustificada errores pequeños e intrascendentes.
19. Me humillan, desprecian o minusvaloran en público ante otros colegas o ante terceros.
20. Me amenazan con usar instrumentos disciplinarios (rescisión de contrato, expedientes, despido, traslado).
21. Intentan aislarme de mis compañeros dándome trabajos o tareas que me alejan físicamente de ellos.
22. Distorsionan malintencionadamente lo que digo o hago en mi trabajo.
23. Se intenta buscarme las cosquillas para "hacerme explotar."
24. Me menosprecian personal o profesionalmente.
25. Hacen burla de mí o bromas, intentando ridiculizar mi forma de hablar, de andar.
26. Recibo feroces e injustas críticas acerca de aspectos de mi vida personal.
27. Recibo amenazas verbales o mediante gestos intimidatorios.
28. Recibo amenazas por escrito o por teléfono en mi domicilio.
29. Me chillan o gritan, o elevan la voz para intimidarme.
30. Me zarandean, empujan o avasallan físicamente para intimidarme.
31. Se hacen bromas inapropiadas y crueles sobre mí.
32. Inventan y difunden rumores y calumnias acerca de mí de manera malintencionada.
33. Me privan de información imprescindible y necesaria para hacer mi trabajo.
34. Limitan malintencionadamente mi acceso a cursos, promociones, ascensos.
35. Me atribuyen malintencionadamente conductas ilícitas o antiéticas para perjudicar mi imagen y reputación.
36. Recibo una presión indebida para sacar adelante el trabajo.
37. Me asignan plazos de ejecución o cargas de trabajo irrazonables.
38. Modifican mis responsabilidades o las tareas a ejecutar sin decirme nada.
39. Desvaloran continuamente mi esfuerzo profesional.
40. Intentan persistentemente desmoralizarme.
41. Utilizan varias formas de hacerme incurrir en errores profesionales de manera malintencionada.
42. Controlan aspectos de mi trabajo de forma malintencionada para intentar "pillarme en algún renuncio."
43 Me lanzan insinuaciones o proposiciones sexuales directas o indirectas.

lunes, 12 de octubre de 2009

INTERROGANDO A TESTIGOS: ¿SE PIERDEN PARA SIEMPRE LOS RECUERDOS ORIGINALES?


Consideremos lo siguiente. Un testigo dispone de una información sobre determinado hecho delictivo. En el proceso de prestar declaración puede haber nueva información que se añada a la que ya conoce, ya sea por los medios de comunicación, por comentarios de la policía, etc. ¿Qué ocurre con el recuerdo original?


La investigadora norteamericana Loftus asume que cuando se produce un cambio en la memoria sobre una información que tenemos almacenada, se pierde el recuerdo original para siempre y permanece el nuevo recuerdo modificado. Sin embargo, autores como Bekerian sugieren que el recuerdo original todavía existe, pero que el problema es acceder a él. Hasta el momento, hay varias teorías que tratan de explicar las transformaciones de la memoria.
La teoría de Loftus se denomina hipótesis de alteración. El recuerdo no se puede recuperar porque, simplemente, ya no existe. El original ha sido alterado o transformado en un nuevo recuerdo (a veces, un recuerdo de compromiso) hasta el punto de que se pierde el original para siempre. Loftus argumenta esta teoría en el hecho de que incluso empleado incentivos, hipnosis, etc., se consigue muy poco éxito para recuperar los recuerdos originales.
Si la hipótesis de alteración de Loftus es correcta, ello conlleva serias implicaciones para los investigadores de la policía. El tema es que, si se ha proporcionado a un testigo información adicional sobre un incidente, es probable que su recuerdo original quede contaminado. Será importante para el agente de policía establecer si el testigo ha comentado el incidente con otras personas o si ha visto algún informe sobre el caso en la TV, etc. El policía también debe ser consciente de que su propia manera de preguntar puede, en sí misma, contaminar el recuerdo original.
Una teoría alternativa es la denominada hipótesis de coexistencia. Como su nombre indica, la teoría sugiere que, tanto el recuerdo original como el modificado coexisten en el sistema de memoria y ambos pueden recuperarse. Los defensores de esta teoría señalan el hecho de que a veces es posible recuperar algunas partes del recuerdo original, incluso tras haber presentado información engañosa. Sugieren también que el fracaso en la recuperación puede ser temporal. El problema aquí puede ser que es más fácil acceder a los recuerdos recientes que a los distantes. Esto es similar al llamado “Efecto Reciente”. Esta teoría de la coexistencia es más optimista en lo que se refiere a la recuperación de los recuerdos originales. Implica que los agentes de policía, al entrevistar a un testigo, deben intentar persuadirle para que regrese mentalmente a la escena del crimen, en lugar de que sólo intente recordar todo lo que pueda del incidente.
Una forma específica de la teoría de la coexistencia es la teoría del encabezamiento de registros. Esta teoría sugiere que la información se presenta en unidades de memoria llamadas “Registros” y que cada unidad está encabezada por una clave de acceso o “Encabezamiento”. Los encabezamientos permiten la recuperación de un recuerdo al describir la información contenida en el registro.
Cuando busca un recuerdo concreto, la persona intenta emparejar la descripción de un registro con un encabezamiento apropiado. El efecto de desinformación ocurrirá cuando el registro encabezado de la información original es menos accesible que el registro encabezado de la información engañosa. En otras palabras, la persona puede tener dos recuerdos diferentes, uno de los cuales es más reciente “y más cerca de la superficie” o que destaca más. Ya que la persona no puede distinguir entre el encabezamiento del registro original o de la información engañosa, comete el error de recuperar la información más reciente de los sucesos. Este punto de vista sugiere que el policía podrá recuperar con mayor probabilidad el recuerdo original si es cuidadoso y específico en sus preguntas al testigo.
Otra explicación que se ha propuesto tiene que ver con la atribución de la fuente. Esta teoría sugiere que la información engañosa engaña al sujeto porque se crea una confusión en relación a la fuente de información. De acuerdo con esta teoría el efecto de desinformación ocurre porque el sujeto confunde la fuente de la información original y la de la información engañosa. Así, la fuente de la información engañosa se atribuye (de forma incorrecta) al suceso del que se ha sido testigo originalmente. De acuerdo con este punto de vista, un testigo que escucha a otro testigo lo que le dijo el conductor de un coche, puede después creer que su recuerdo se basa en haber escuchado la conversación de primera mano (no de segunda).
Al igual que con la teoría del encabezamiento de registros, la teoría de la atribución de la fuente puede explicar por qué es más probable que las personas recuerden la desinformación en lugar de la información original. Ya que la primera destaca más en la memoria, se supone que forma parte del evento original de que se ha sido testigo. Los seguidores de esta teoría han intentado abordar el problema de la desinformación adoptando un enfoque de monitoreo de la fuente. Se anima a las personas a pensar y monitorizar la fuente de cualquier información que recuerden. Los resultados de estos estudios son mixtos, pero parecen demostrar que incluso cuando se instruye a las personas a monitorizar cuidadosamente la fuente de la información, todavía son vulnerables a la información engañosa. El problema suele ser que las personas no siempre pueden recordar correctamente la fuente de información para cada trozo de recuerdo.
Algunos de los problemas asociados a la Atribución de la Fuente podrían evitarse si quienes tienen la tarea de entrevistar a los testigos, como mínimo, están al tanto de este fenómeno. Puede tener algún efecto instruir al testigo para que piense cuidadosamente en la fuente de sus recuerdos “originales.” También puede ayudar, no sólo preguntar al testigo, sino también a otras fuentes de información a las que haya podido estar expuesto para identificar a aquellos que es más probable que experimenten dificultades con la Atribución de la Fuente.

domingo, 4 de octubre de 2009

EL SÍNDROME DE ALIENACIÓN PARENTAL (SAP)



Este síndrome fue descrito inicialmente por Gardner en 1985, y lo definió como un trastorno surgido en situaciones de custodia disputada, y que se manifiesta en el menor que lo padece como una campaña de denigración contra el progenitor rechazado. Se establece así una dicotomía radical entre el padre “bueno” y el padre “malo” que puede tener nefastas consecuencias en la relación parentofilial. El auge de las separaciones – aunque estas épocas de crisis hayan sido testigos de un disminución por vez primera – ha llevado a que las partes enfrentadas suelan utilizar este síndrome como argumento contra la otra parte.
Alrededor de 90.000 parejas se separan cada año en España, y un tercio de las separaciones contenciosas provoca graves consecuencias para los hijos durante toda su vida. Normalmente, el SAP es un proceso en el que uno de los progenitores – normalmente el que tiene la guarda custodia – inculca el odio en el niño para que rechace al otro progenitor.
Puede parecernos extraño que un padre o una madre quieran hacer “conscientemente” daño a sus hijos, que, en principio, es lo que uno más quiere en esta vida. Sin embargo, no debemos valorar esta actitud como un deseo consciente de uno de los progenitores a hacer daño al niño, sino que tales comportamientos suelen tener su origen en las dificultades que muestran algunos padres o madres a la hora de resolver los conflictos que tienen entre ellos. El niño/a se convierte así en el vehículo de solución de sus problemas.
Este proceso puede iniciarse en cualquier momento tras la separación. Un detonante puede ser que uno de los ex cónyuges intente rehacer su vida sentimental con otra persona o que el progenitor alienador sienta que ha perdido parte de su papel con su hijos (que ha pasado a segundo o tercer lugar).
A partir de aquí, el progenitor alienador puede marcarse como objetivo alejar a los hijos del otro progenitor, y para ello comienza a influir en ellos de manera negativa hacia la otra persona. Es ésta unja actitud muy destructiva para el niño, pues se le somete a una batalla de lealtades en la que se le exige su posicionamiento en todo momento (“estás conmigo o contra mí”) fruto de este “lavado de cerebro”, de la presión ejercida, se ha constatado que el niño puede olvidar episodios vividos o incluso afirmar haber vivido otros que no son ciertos. En casos extremos de SAP el niño puede llegar incluso a afirmar haber sido maltratado por su padre, no siendo esto verdad en absoluto.
Este proceso culmina cuando el hijo o la hija a cargo del progenitor que tiene la custodia ya no quiere estar con el otro progenitor y su familia. Puede llegar incluso a insultarlo. El progenitor alienado tiene que aguantar los continuos desprecios e, incluso, soportar denuncias de maltrato hacia la ex pareja o de abusos a sus hijos.
Un buen número de intervenciones policiales tienen que ver con discusiones entre parejas ya separadas relacionadas con la relación con los hijos. Muchos padres y madres (aunque es mayor el número de padres, ya que en nuestro país, sin razones científicas que lo avalen, todavía se sigue entregando la guarda custodia a las madres) terminan actuando con violencia verbal o física ante la situación de indefensión y desesperación en la que se encuentran. Con ello sólo terminan dando la razón al progenitor alienador que, de cara a la sociedad y al agente que ha venido alertado por la situación, tiene ahora “pruebas” que mostrar.
En todo este entramado se olvida que la auténtica víctima de la triste situación es el propio niño, que ve cómo se afecta seriamente su desarrollo psicoafectivo. Para estropear más las cosas, pensemos en la lentitud con la que la Justicia aborda éste y otros muchos temas.

jueves, 24 de septiembre de 2009

EL ACOSO EN EL TRABAJO



Leymann (1996) define este fenómeno como “una comunicación hostil y sin ética, que es dirigida de modo sistemático por uno (o varios) individuos contra otro, que debido a esta situación le coloca en una posición de indefensión y desvalimiento, y es activamente mantenido en ella. Este hecho suele ocurrir de una forma muy frecuente (al menos una vez a la semana) y durante un cierto tiempo (al menos seis meses de duración)”. A lo largo de una serie de fases el acoso laboral iría incrementándose, finalizando cuando la víctima abandona la empresa o comienza a manifestar sintomatología psicológica o psiquiátrica, algo que suele acabar en largos periodos de baja por enfermedad. ¿Cuáles serían esas fases por las que atraviesa el trabajador o trabajadora acosado/a?
En la primera fase (conflicto), se producen conflictos laborales que no se resuelven y se transforman en crónicos. La segunda fase (estigmatización) se caracteriza por comportamientos agresivos con la manifestación de ataques psicológicos que ponen en marcha una dinámica de acoso. No es una disputa personal de carácter puntual, sino que la fase de mobbing propiamente dicha comienza con la adopción, por una de las partes del conflicto, de las distintas modalidades de comportamiento acosador (limitación de la comunicación, del contacto social, desprestigio ante los compañeros, desacreditación del prestigio profesional y logros, comprometer su salud). La tercera fase (intervención desde la organización) se produce cuando, dada la magnitud del problema, se adopta una serie de medidas dirigidas a paliar y resolver los acontecimientos. La cuarta y última fase (exclusión) se caracteriza porque el trabajador compatibiliza su trabajo con largas temporadas de baja por causas psicológicas, pudiendo llegar finalmente a abandonar la organización.
También interesa conocer cuáles son los síntomas clínicos del mobbing. Para ello, seguiremos la clasificación que hace González de Rivera (2003). En la fase de autoafirmación la persona experimenta inquietud, ansiedad, agresividad moderada y puede que alteraciones del sueño. Cuando se desplaza a la fase de desconcierto, el sujeto duda sobre su propia versión de los hechos, experimenta menor autoconfianza y empeoran los síntomas de la primera fase. En la tercera fase, la de depresión, el sujeto pierde eficacia, autoestima y motivación. Se autoculpa de la situación y se inicia el aislamiento y la evitación.
La cuarta fase es la traumática, caracterizándose por un mayor estrés y ansiedad, pensamientos obsesivos recurrentes y conflictos familiares.
La última fase se denomina de estabilización crónica: incremento de las bajas laborales, focalización del pensamiento, temor al lugar en donde se desarrolló el acoso, sensación de “estar ido” (dificultades en la memoria y la concentración).
En los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado no es infrecuente encontrar este tipo de acoso. En mi experiencia personal me he encontrado más casos en aquellos cuerpos más militarizados y jerarquizados. Tras muchas bajas psicológicas nos encontramos situaciones de acoso que la víctima tiene que afrontar retirándose para evitar daños psicológicos mayores.

jueves, 17 de septiembre de 2009

LOS RECUERDOS PERSISTEN EN EL CEREBRO INCLUSO CUANDO YA SE HAN OLVIDADO

Pensemos en la repercusión futura que esto puede tener para el ámbito de las entrevistas e interrogatorios policiales. Por ahora, ciencia ficción, pero la base está ahí.
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Expertos de la Universidad de California Irvine (Estados Unidos) sugieren que los recuerdos existen incluso cuando ya se han olvidado, pero lo que sucede es que no se pueden recuperar, según muestran los resultados de su estudio, que aparece publicado en la revista 'Neuron'.
Los responsables de esta investigación usaron técnicas de imagen para llevar a cabo el estudio y descubrieron que la actividad del cerebro de una persona es muy parecida cuando recuerda un acontecimiento que cuando lo experimenta por primera vez, incluso cuando la persona no se acuerda de aspectos específicos.
En colaboración con científicos de Princeton University, los expertos analizaron la actividad de estudiantes con un escáner fMRI, a los que mostraron ciertas palabras. Posteriormente, se les pidió que imaginaran cómo un artista dibujaría el objeto al que da nombre la palabra, que pensaran en cómo se usa el objeto, o que pronunciaran la palabra en su mente. Alrededor de veinte minutos más tarde, los estudiantes vieron las palabras por segunda vez y se les pidió que recordaran cualquier detalle relacionado con ellas.
Así, mediante un método de análisis matemático, los científicos asociaron las diferentes tareas que se les había pedido con los distintos patrones de actividad cerebral. Cuando un estudiante mostraba un fuerte recuerdo de una palabra, el patrón era muy parecido al que se generaba durante la tarea. De la misma forma, cuando el recuerdo era débil o inexistente, el patrón no destacaba pero se reconocía su pertenencia a esa tarea.
Uno de los autores del estudio, el doctor Jeff Johnson, señaló que esto significa que el cerebro sabía algo acerca de lo que había ocurrido, aunque el sujeto no fuera consciente de la información. Así, este experto destacó que si se comprende lo que ocurre en jóvenes adultos sanos se podría averiguar el motivo porque el que la memoria falla de forma más acusada cuando envejecen, o averiguar lo que ocurre con acontecimientos traumáticos. "Si los detalles están aún ahí, se puede encontrar una manera de acceder a ellos", concluyó.
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Fuente: MADRID, 9 Sep. (EUROPA PRESS) -

martes, 15 de septiembre de 2009

III JUEGOS EUROPEOS DE POLICÍAS Y BOMBEROS



El amigo José Carlos Baquero, Director de Desarrollo de EUROPOLYB 2010, nos ha hecho llegar este mail, que os adujuntamos a continuación, sobre la celebración de tan interesante evento.


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El presente comunicado es para informarte de la celebración en la ciudad de Valencia de los III Juegos Europeos de Policías y Bomberos para el próximo año 2010.Desde el inicio del camino, con la primera edición de Pontevedra del año 2006 y la siguiente del 2008, continuamos el camino del impulso de las relaciones y la inter-actuación de los diferentes cuerpos y ciudadanía a través del deporte. Con la celebración de la tercera edición que tendrá lugar entre los días 7 al 13 de Junio del 2010 se consigue uno de los objetivos marcados desde un principio y que, a similitud de los Juegos Mundiales, los Europeos empiecen a rodar también por distintas ciudades españolas y europeas. La ciudad de Valencia resulta un lugar idóneo para la celebración de la tercera edición, garantizando unos niveles organizativos y de repercusión a todos los niveles, resultando beneficioso para todos aquellos profesionales de la seguridad y las emergencias que, unidos por los valores deportivos y de fraternidad, esfuerzo, solidaridad y juego limpio sin discriminación de ninguna clase, se desplacen a esta bonita ciudad bañada por el Mediterráneo.Otras características importantes de estos Juegos son las basadas en la inter-relación que se establece con la ciudadanía en general, estableciendo pruebas, exhibiciones y otras acciones encaminadas a la participación ciudadana. Y también muy importante resulta la labor de colaboración que se viene desarrollando tanto con con organizaciones sociales como por ejemplo UNICEF, como con sectores especiales de nuestra sociedad, personas de tercera edad, niños, discapacitados físicos, psíquicos y sensoriales. Y llamativo ha resultado el ser pioneros en contar con personal voluntario de internos de un centro penitenciario, poniendo asi nuestro grano de arena en labores de reinserción social.Como ejemplo de estas acciones comentarle que en el año 2008 se ha contado con policías invidentes de un grupo especial belga, expertos en escuchas telefónicas y con unos resultados superlativos en temas como terrorismo o narcotráfico.Y por último comentarle también que los próximos Juegos en Valencia irán acompañados de la Feria Internacional de Seguridad y Emergencias Integra+Seguridad con lo que se convierte en el Evento más grande de Europa en la unión de deporte, acciones sociales y espacio ferial, congresual y de exhibiciones profesionales.

miércoles, 9 de septiembre de 2009

LA VIOLENCIA HACIA LA PAREJA CONTINÚA TRAS LA RUPTURA



La violencia hacia la pareja continúa tras la ruptura. Un predictor importante para ello es que la pareja tenga hijos. Además, se ha comprobado que los daños que causa en los niños el ser testigos de esta violencia es mucho mayor de lo que antes se pensaba. Estos son algunos de los resultados de la tesis doctoral realizada por Solveig Vatnar, investigadora de la universidad de Oslo.
Para este trabajo entrevistó a 157 mujeres víctimas de violencia de género. Según la autora, “el análisis muestra que es más probable que la violencia continúe tras la ruptura en el caso de las mujeres con hijos, sin que la duración de la relación tenga importancia.” En pocas palabras: ser madre no protege a una mujer de la violencia. Tampoco tiene importancia para la gravedad de la agresión, el tipo de heridas sufridas, la frecuencia de los episodios de violencia o si se percibe ésta como una amenaza para la vida.
Si la pareja tiene hijos, se incrementa el riesgo de que la violencia continúe tras la ruptura. Muchas mujeres que vuelven con sus parejas – a pesar de haber sido objeto de agresiones – dicen que una de las principales razones para ello es “por el bien de los hijos” que tienen en común. Pero el estudio de Vatnar muestra que, incluso aunque los niños no hayan sido objeto de agresiones, el hecho de que hayan sido testigos de la violencia entre sus padres les coloca en riesgo de acabar metidos en relaciones similares en el futuro. “Los niños que son testigos de violencia física entre sus padres se encuentran en mayor riesgo de acabar también en relaciones violentas que si ellos mismos hubiesen sido víctimas de la violencia física de sus padres.”
Por lo tanto, los niños testigos de esta violencia tienen más probabilidades de mantener relaciones violentas en un futuro.
Las investigaciones previas que se han realizado sobre este tema han mostrado que el consumo de alcohol/drogas es una de las causas más importantes de la violencia. Vatnar confirma que la violencia ocurre más a menudo en relaciones en las que uno o ambos miembros de la pareja consumen alcohol/drogas. Sin embargo, los resultados de las investigaciones indican que el 75% de los episodios violentos tenían lugar cuando ni el agresor ni la víctima estaban ebrios o colocados. Esto se aplica fundamentalmente al caso de la violencia física, ya que en los casos de violencia psicológica o sexual la implicación del alcohol/drogas resulta todavía menor.
“Esto sugiere – afirma Vatnar – que aunque consigamos erradicar la violencia asociada a consumo de alcohol/drogas, todavía quedarían vigentes la mayoría de los episodios violentos.”
Vatnar también ha encontrado variaciones entre los diferentes tipos de violencia. En concreto, la violencia física disminuye durante el embarazo, mientras que la frecuencia y la severidad de la violencia psicológica , además de la frecuencia de la violencia sexual, permanecen estables durante el embarazo.
Fuente: Information Center for Gender Research, 2009. Partner Violence Continues after Break-Up.

¿QUIERES COMPARTIR TUS EXPERIENCIAS EN FORMACIÓN?


Muchos compañeros y compañeras policías, psicólogos, estudiantes, etc., me escriben comentándome alguna experiencia que han tenido en formación policial. También tengo la fortuna de que compartan conmigo los planes y proyectos en relación a futuras acciones de formación y capacitación. Me consta que se están llevado a cabo experiencia muy interesantes en este ámbito - como la que colgué de Argentina hace unos días. Cualquiera que quiera compartir estas experiencias (proyectos, actuaciones realizadas, etc.) puede enviarlas por mail, que yo me comprometo a colgarlas del blog. Sería fantástico si enviarais algunas fotografías si es el caso de algún curso, capacitación realizada ... Seguro que todas las experiencias, por pequeñas o grandes que sean, nos enriquecerán a todos. Gracias de antemano.

martes, 1 de septiembre de 2009

CAPACITACIÓN POLICIAL EN ARGENTINA







Karina Mas, psicóloga en Argentina, ha puesto en marcha, junto con otros profesionales, una serie de encuentros de capacitación para policías en Argentina. El curso versa sobre la Prevención de Suicidios, y se comenzó a impartir a mediados del mes pasado. Supone toda una experiencia pionera en Argentina en lo que se refiere a capacitación de cuerpos de seguridad. He tenido el honor de participar -desde la distancia- aportando algo de material. Os transcribo la noticia aparecida en un boletín de salud del país:

CAPACITANDO PERSONAL DE SEGURIDAD - DIVISIÓN PSICOLOGÍA
División Psicología continúa capacitando en Prevención de Suicidios. El miércoles 19 de agosto se puso en marcha el Proyecto: Capacitando al Personal de Seguridad ... Consta de talleres dirigidos a inspectores, oficiales, motorizados, cadetes del 3er año de la Escuela de Policía, etc. La capacitación está prevista para 400 agentes... En los talleres se expondrán las bases del programa de Prevención de Suicidios ... se entregará una Guía abreviada elaborada a tal fin y se priorizará la participación de los efectivos con el objeto de activar una Red Policía-Salud.
El primer taller contó con la presencia del Comisario Lirola, Licenciadas Valeria Rambaldi, Laura Ávila, María Eugenia Moreno y Karina Mas ... Del primer taller, una de las conclusiones es la necesidad de agilizar las derivaciones de intentos de suicidio al ámbito salud.

Lo dicho. Enhorabuena por la iniciativa y gracias por dejarme participar (aunque haya sido de forma tan imperceptible, je je) La Psicología y la práctica policial tienen mucho camino que recorrer juntas. Karina Mas ha enviado unas fotos del curso. está bien tener imágenes de cómo se mueven por otros lares.

miércoles, 12 de agosto de 2009

UNOS DÍAS DE DESCANSO


Queridos amigos, me tomo unos días de descanso hasta finales de mes. Durante este tiempo iré recopilando nuevo material para compartir con todos vosotros. El correo electrónico lo consulto cada día, así que si hay alguna duda, escribidme.

Feliz verano (lo que queda de él, je je)

Fernando

martes, 4 de agosto de 2009

INDICADORES DE ABUSO SEXUAL



Uno de los elementos más delicados en la evaluación de la veracidad del testimonio lo encontramos en los casos de abuso sexual infantil. En caso de que tales abusos se hayan producido ello puede suponer una experiencia emocional y psicológica muy dura para el niño o la niña. En los casos en que tales denuncias no se sustentan ello ocasiona un grave perjuicio a quienes han sido acusados falsamente. Tenemos referencias cercanas en la prensa.
Entrevistar a niños no es sencillo. Un policía con amplia experiencia en interrogatorios a adultos puede encontrarse con que las herramientas y técnicas que conoce no funcionan en el caso de los niños. Lo que también es verdad en el caso de los psicólogos o psiquiatras: no es lo mismo realizar una entrevista clínica a un adulto que a un niño. Precisamente esta falta de pericia puede hacer que se obtengan declaraciones falsas. A ello ayuda tanto la falta de experiencia como las ganas de obtener testimonios para una condena.
Existen una serie de indicadores que podemos tener en cuenta en los caso de abuso sexual y cuya presencia nos ponen sobre aviso de la posible ocurrencia del abuso. Es importante tener en cuenta que la presencia de estos indicadores en la entrevista con el niño o la niña no debe cegarnos: será necesario fundamentar adecuadamente la relación de causalidad entre los indicadores y el posible abuso.

INDICADORES FÍSICOS

- Dolor, golpes, quemaduras o heridas en la zona genital.
- Cerviz o vulva hinchadas o rojas.
- Semen en la boca, en los genitales o en la ropa.
- Ropa interior rasgada, manchada o ensangrentada.
- Enfermedades de transmisión sexual en genitales, ano, boca u ojos.
- Dificultad para andar y sentarse.
- Enuresis o encopresis.
- Problemas de sueño o alimentación.
- Embarazo en adolescentes.

INDICADORES COMPORTAMENTALES

- Pérdida de apetito.
- Llantos frecuentes, sobre todo en situaciones afectivas o eróticas.
- Miedo a estar sola, a los hombres o a un determinado miembro de la familia.
- Rechazo al padre o a la madre de forma repentina.
- Cambios bruscos de conducta.
- Resistencia a desnudarse y bañarse.
- Aislamiento y rechazo de las relaciones sociales.
- Problemas escolares o rechazo en la escuela.
- Fantasías o conductas regresivas (chuparse el dedo, orinarse en la cama, etc.).
- Tendencia al secretismo.
- Agresividad, fugas o acciones delictivas.
- Autolesiones o intentos de suicidio.

INDICADORES EN LA ESFERA SEXUAL

- Rechazo de las caricias, los besos y el contacto físico.
- Conducta seductora.
- Conductas precoces o conocimientos sexuales inadecuados para su edad.
- Interés exagerado por los comportamientos sexuales de los adultos.
- Agresión sexual de un menor a otros menores.

(Fuente: Echeburúa y Guerricaechevarría, 2000)
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sábado, 1 de agosto de 2009

TÍTULO DE EXPERTO UNIVERSITARIO EN TÁCTICAS OPERATIVAS POLICIALES


José Carlos Vera nos acaba de enviar esta interesante información que, desde luego, merece un lugar especial en este blog.
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UNICO TITULO EN ESPAÑA OPERATIVO QUE SE IMPARTE EN UNA UNIVERSIDAD EN ESPAÑA "TITULO DE EXPERTO UNIVERSITARIO EN TACTICAS OPERATIVAS POLICIALES"

Organizado por la Universidad de Cádiz, gestionado por FUECA e impartido por el Instituto Andaluz Interuniversitario de Criminologia seccion de Cadiz.
TITULO PROPIO DE LA UNIVERSIDAD DE CADIZ SEMIPRESENCIAL 240 HORAS EN AULA VIRTUAL SEMANA OPERATIVA PRESENCIAL



En la parte de operativa tactica policial que se imparte dentro del modulo 7, se desarrolla un estudio sobre la lesionologia en la intervencion polcial avalada por la medicina legal, asi como la prevencion de riesgos en el ambito policial.

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miércoles, 29 de julio de 2009

LA DETECCIÓN DE MENTIRAS EN LAS DECLARACIONES DE TESTIGOS



Vrij (2000) realizó un estudio en profundidad de la conducta no verbal de los testigos, recopilando una serie de indicios cuya presencia puede hacernos sospechar de que mienten en sus declaraciones. Clasificó estos indicios de forma que podían incrementarse con la mentira, disminuir con la mentira, no tener ninguna relación con la mentira y aquellas en las que mentir implica un gran esfuerzo de pensamiento. Manejar estos indicadores supone un verdadero esfuerzo de atención, incluso de grabar en vídeo la entrevista para visionarla de nuevo posteriormente. Según la clasificación mencionada antes, dividiremos las conductas no verbales como sigue:

Su presencia se incrementa con la mentira

- Tono de voz: cambios en el tono de voz, tales como subidas o bajadas.
- Duración de las pausas: longitud de los periodos de silencio durante el habla.

Su presencia indica que mentir supone un gran esfuerzo de pensamiento

- Interrupciones del habla: interjecciones.
- Errores del habla: repetición de palabras u oraciones, cambio de sentencias, oraciones incompletas, lapsus linguae, etc.
- Tasa del habla: número de palabras habladas en un cierto periodo de tiempo.

Su presencia disminuye con la mentira

- Movimientos ilustradores: movimientos funcionales de brazos y manos.
- Movimientos de manos y dedos: movimientos no funcionales de manos y dedos sin movimientos de brazos.
- Movimientos de piernas y pies.

Su presencia no está relacionada con la mentira

- Latencia de la respuesta: tiempo de silencio entre la pregunta y la respuesta.
- Frecuencia de las pausas: frecuencia de periodos de silencio durante el habla.
- Mirada: mirar a la cara del interlocutor.
- Sonrisa: sonrisas y risas.
- Parpadeo: parpadeo de los ojos.
- Auto-manipulaciones: rascarse la cabeza, muñeca, etc.
- Movimientos de la cabeza: asentimiento y disentimiento con la cabeza.
- Movimientos del tronco: movimientos del tronco (generalmente acompañados de movimientos de cabeza).
- Cambios de posición: cambios en la postura corporal (generalmente acompañados de movimientos del tronco y piernas/pies).

domingo, 26 de julio de 2009

LA VALORACIÓN DE LA PELIGROSIDAD CRIMINAL y II



HISTORIAL DE VIOLENCIA PREVIA

- ¿Cuál es el historial de violencia del sujeto? ¿Ha sido arrestado previamente Y, si ha estado ingresado en hospital psiquiátrico, ¿se ha comportando de manera violenta?
- Los episodios de violencia reciente tienen mayor poder de predicción que la violencia ocurrida en el pasado.
- El sujeto ha sido víctima de abusos o ha sido testigo de abusos durante la infancia.

FACTORES SOCIODEMOGRÁFICOS

- Sexo (más habitual hombre adolescente y adultos jóvenes)
- Estatus socioeconómico (pobre).
- Bajo nivel educacional.
- Etnia (no blanco).

TRASTORNO MENTAL

Se ha observado que algunos trastornos mentales específicos están asociados a un aumento en el riesgo del comportamiento violento.

- Psicopatía.
- Trastornos de la Personalidad.
- Alucinaciones y delirios.
- Trastorno bipolar y esquizofrenia.
- Abuso de sustancias, incluido el alcohol.
- Trastornos de Control de Impulsos.
- Ideación suicida e intentos de suicidio.
- Hostilidad e ira.

FACTORES SOCIALES Y SITUACIONALES

- Eventos vitales estresantes, como la separación conyugal, rupturas sentimentales, etc.
- Falta de apoyo profesional.
- Ausencia de una red social de apoyo.
- Contexto vital en el que el agresor y víctima potenciales viven.

FACTORES BIOLÓGICOS Y NEUROLÓGICOS

- Anormalidades neurológicas y disfunciones orgánicas cerebrales.
- Déficits cognitivos.- Niveles alterados de serotonina y testost

VALORACIÓN DE LA PELIGROSIDAD CRIMINAL I



Ha quedado constatado en diversos estudios que una de las fuentes de estrés en el trabajo del policía proviene del funcionamiento del sistema judicial. En líneas generales, hay dos focos de estrés potencial: cuando el policía tiene que prestar testimonio en un juicio y la sensación de que el sistema judicial “no hace su trabajo”; es decir, que el policía detiene al delincuente – proceso a veces muy costoso – para observar después impotente cómo ese mismo delincuente es puesto en libertad. Todo ello se traduce en sentimientos de frustración, desmotivación, etc.
A veces, la experiencia te dice que hay sujetos que no conviene dejar en libertad porque tienen todos los puntos para reincidir. Actualmente, y como complemento a la experiencia, disponemos de indicadores (aunque o en un 100 por 100 fiables) que nos sirven de guía para valorar la peligrosidad criminal. Hacer una buena evaluación de la peligrosidad criminal tiene consecuencias importantes: aplicar la libertad condicional, establecer el tipo de pena, posibilidad de reincidencia, aplicación de medidas de seguridad, etc.
Por desgracia, no siempre se tienen en cu enta estas guías o se aplican de manera inadecuada.
En la segunda parte de este artículo os dejo un resumen de los factores que tradicionalmente se tienen en cuenta a la hora de valorar la peligrosidad criminal, el riesgo de violencia.
A continuación os enumero algunas áreas generales y factores específicos que conviene tener en cuenta al evaluar la peligrosidad criminal y que peroceden de diversos estudios al respecto. Básicamente queremos responder a la pregunta: ¿Qué riesgo hay de que este sujeto vuelva a cometer un crimen/delito? Para elaborar este resumen me he basado en el estudio de valoración de la personalidad criminal llevado a cabo por E. Esbec y O. Fernández (2003)

lunes, 20 de julio de 2009

¿SABEMOS CUÁLES SON LAS CONSECUENCIAS PSICOLÓGICAS DEL ABUSO SEXUAL INFANTIL?



La autora de este estudio, perteneciente al Departamento de Psicología de la Universidad de Barcelona, ha realizado una interesante y completa revisión bibliográfica sobre las consecuencias iniciales del abuso sexual infantil. Los indicadores psicológicos del abuso sexual infantil o consecuencias iniciales, son aquellos efectos que suelen situarse en los dos años siguientes al abuso y que, por tanto, suelen encontrarse presente en la infancia y la adolescencia.
Los diferentes estudios realizados al respecto demuestran que no existe un patrón de síntomas único. Es decir, las víctimas no presentan todas los mismos síntomas sino que pueden mostrar una sintomatología muy variada – incluso la ausencia total de síntomas – que no permite hablar de un síndrome que defina y englobe los problemas emocionales, cognitivos y sociales que se relacionan con la experiencia del abuso sexual.
Según diversos autores, entre un 20 y un 30% de las víctimas de abuso sexual infantil permanecerían estables emocionalmente tras esta experiencia.
El estudio presente ha dejado al descubierto una serie de problemas metodológicos importantes a la hora de hablar de problemas psicológicos asociados al abuso sexual infantil:

- La dificultad para obtener una amplia muestra de víctimas en menores de edad.
- La posible inclusión en los grupos de control de víctimas de abuso que no fueron detectada, lo que afecta a la diferencia entre los grupos.
- La habitual inclusión en los estudios de víctimas que han experimentado múltiples tipos de maltrato, con lo que resulta difícil determinar si los problemas psicológicos asociados son causa del abuso sexual o de otro tipo de maltrato.
- En la evaluación psicológica a corto plazo de las víctimas de abuso sexual la mayoría de los estudios emplean únicamente una fuente de información, que suele ser el cuidador no agresor, con el sesgo que tal método puede producir.
- Destaca también la falta de control de variables que pueden interferir en el estado de las víctimas (como la existencia de problemas familiares) y que puedan ser la verdadera causa de los problemas psicológicos observados.

En definitiva, que una buena parte de los estudios realizados hasta el momento adolecen de lagunas metodológicas que hacen muy difícil responder a la pregunta de cuáles son os problemas psicológicos asociados al abuso sexual y si, efectivamente, éste ha sido la causa de determinados problemas psicológicos en las personas observadas.
En los trabajos publicados en los últimos años, los síntomas más frecuentes encontrados son la ansiedad, la depresión, la baja autoestima, el sentimiento de culpa y la estigmatización.
Son también relevantes los problemas de conducta, especialmente la sexualización del comportamiento del menor, pudiendo ser de gran utilidad como indicador de una situación de abuso sexual.
La autora resalta la importancia de tener en cuenta la función de las denominadas variables mediadoras o moderadoras entre la experiencia del abuso sexual y el desarrollo de problemas psicológicos. Factores como frecuencia y duración del abuso, coerción física, sentimiento de culpa, estrategias de afrontamiento o apoyo social, podría facilitar la aparición de trastornos psicopatológicos. Mientras que la frecuencia o ausencia de otros factores podría minimizar o anular ,los posibles efectos psicopatológicos, proporcionando al individuo capacidad de resistencia.
Los estudios realizados al respecto parecen confirmar que un importante porcentaje de víctimas de abuso sexual infantil no presenta repercusiones psicológicas tras esa experiencia. Autores como Echeburúa sitúan ese porcentaje de resistencia en un 30% de las víctimas a corto plazo y en un 70% a largo plazo.
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Fuente: "Consecuencias Psicológicas Iniciales del Abuso Sexual Infantil", Noemí Pereda Beltrán, Papeles del Psicólogo.

jueves, 16 de julio de 2009

NUESTROS RECUERDOS PUEDEN TRAICIONARNOS



Científicos identifican la parte del cerebro responsable de la construcción de memorias falsas
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La mente de cualquier ser humano puede acabar generando falsos recuerdos o distorsionando la forma en que algo ocurrió. El individuo puede estar tan convencido hasta el punto de defender como real una mentira construida por el propio cerebro. ¿Cómo nos traiciona nuestra memoria del pasado? En la zona blanca del cerebro se encuentran una serie de mecanismos que hacen que algunas personas sean más o menos susceptibles a la hora de construir falsos recuerdos, según indican los resultados de un estudio realizado por investigadores del Instituto de Investigación Biomédica de Bellvitge (IDIBELL) y la Universidad de Barcelona, que publica The Journal of Neuroscience.
Lo han podido observar gracias a un estudio en el que han participado 48 voluntarios sanos, hombres y mujeres de entre 20 y 30 años. Antes, los participantes pasaron un test para comprobar que no sufrían problemas de memoria. Tras someterlos a varias pruebas, comprobaron que el 75% de ellos recordaba como reales falsos recuerdos. Los investigadores pudieron observar las diferencias entre las partes del cerebro de las personas que tenían más recuerdos falsos y menos mediante una nueva técnica de diagnóstico por la imagen similar a la resonancia magnética, denominada Difusión Tensor Imaging.
Este tipo de estudios resultan de gran interés, sobre todo porque las técnicas de neuroimagen podrían llegar a tener importantes implicaciones en el ámbito judicial a la hora de valorar las declaraciones de testigos y víctimas. "Hay que dejar claro que no se trata de un proceso patológico, todos generamos recuerdos falsos", explica Lluis Fuentemilla, investigador del IDIBELL. Puede ocurrir, sobre todo, con recuerdos de situaciones vividas durante la infancia.
En los falsos recuerdos intervienen zonas del cerebro diferentes a las de los reales. Los investigadores han observado que la diferencia entre individuos se encuentra en la sustancia blanca. Las neuronas se comunican entre ellas mediante axones. En la sustancia blanca se encuentran las fibras nerviosas formadas por haces de axones que conectan las diferentes regiones del cerebro. Si un axón fuese el cable que proporciona luz a un hogar, la sustancia blanca sería el tendido de alta tensión que conecta una ciudad con una central eléctrica. Siguiendo el símil, en las imágenes recogidas por los investigadores han podido observar que los recuerdos reales y la memoria circulan por diferentes "tendidos de alta tensión".
Los recuerdos verdaderos se almacenan gracias a la actividad de la sustancia blanca que une las zonas del hipocampo y el parahipocampo. "La gente con recuerdos reales de mejor calidad acostumbran a tener un haz de axones mejor conectado. La hipótesis con la que trabajamos es que la gente que tiene recuerdos reales más firmes tendrá menos falsos recuerdos", señala Fuentemilla.
Por otro lado, los investigadores han podido ver que en la tendencia a generar falsos recuerdos interviene otro haz de sustancia blanca que conecta las estructuras fronto-parietales del cerebro. Quienes generan más recuerdos falsos también registran una mayor actividad en esta fibra nerviosa. "En realidad, se trata de un mecanismo que el propio cerebro utiliza a la hora de rellenar agujeros que quedan en nuestros recuerdos reales", aclara Fuentemilla.
En el estudio, los participantes tuvieron que recordar listas de palabras relacionadas semánticamente como, por ejemplo, sofá, mesa, sentarse, pupitre, balancín, piernas o taburete. Después de escuchar todas las listas, tuvieron que responder un cuestionario de reconocimiento en el que también aparecían palabras nuevas, muchas relacionadas semánticamente con la serie que se les había presentado, como por ejemplo silla. "En realidad, para generar el recuerdo falso utilizamos información que ya tenemos, no surge de la nada. Pero es tan real y creíble que el individuo acaba creyéndoselo", afirma Fuentemilla. "Creemos que la gente con recuerdos reales más firmes utiliza menos esta vía de rellenar agujeros", concluye.
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Fuente: El País, MÓNICA L. FERRADO - Barcelona - 08/07/2009

martes, 14 de julio de 2009

El 35% de los iraquíes sufre trastornos psicológicos.



BAGDAD.- El terror y el caos en Irak han provocado un considerable aumento de los trastornos psíquicos entre la población, según un estudio publicado ayer por el Ministerio de Sanidad en Bagdad.
Alrededor del 35 por ciento de los iraquíes sufre actualmente considerables trastornos psíquicos, concluye el estudio, en cuya elaboración participó la Organización Mundial de la Salud (OMS).
El informe indica que las mujeres son las más afectadas (un 40 por ciento, frente a un 30 por ciento de los hombres), explicó Mohammed Rashid al Obeidi, asesor del Ministerio, al diario cercano al gobierno "Al Sabah".
En muchos casos, los trastornos mentales conducen al alcoholismo o al padecimiento de graves enferemedades psíquicas. También la violencia en el seno de las familias aumentó considerablemente.
"El motivo del aumento (de enfermedades mentales) es la situación de la seguridad en el país en los últimos años", explicó Al Obeidi. Para este tipo de enfermedades apenas existen posibilidades de tratamiento en Irak. Por ello, Al Obeidi pidió la instauración de departamentos de consulta psicológica en los centros de salud.
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Fuente: Listindiario.com

viernes, 3 de julio de 2009

TEST SOBRE EL ESTRÉS POLICIAL


Apreciados/as amigos/as. Como ya habéis visto, he cambiado el test del blog. En esta ocasión os solicito que respondáis sinceramente sobre aquellas cuestiones que os generan estrés como policías. Desde luego, no he podido incluir todas las posibles causas, pero creo que entre las alternativas se encuentran las más frecuentes. Si, por cualquier motivo, consideráis que hay alguna que debería estar incluída y no la encontráis, por favoir, mandar un mail. Espero poder empezar este invierno un estudio más serio sobre el estrés policial, aunque todavía no lo tengo muy perfilado y se encuentran entre mis manos bastantes asuntillos que me roban tiempo (¡uno de ellos, las vacaciones, je je!).

Gracias de antemano por vuestra valiosa colaboración.

Fernando

LOS ATENTADOS TERRORISTAS PROVOCAN UN AUMENTO EN EL CONSUMO DE ALCOHOL/DROGAS


Casi 1 de cada 12 personas expuestas a un atentado terrorista informan de haber incrementado su consumo de alcohol, de acuerdo con el estudio de la Universidad de Columbia. Los investigadores combinaron los datos de 13 estudios realizados tras los atentados del 11 de Septiembre, las bombas en la Ciudad de Oklahoma y la Intifada en Israel.
Los investigadores emplearon estos datos para calcular la prevalencia de las conductas adictivas tras los incidentes terroristas y para evaluar la probabilidad de un incremento de las conductas adictivas en la población general tras un atentado terrorista.
Los resultados iniciales indicaron que cerca del 10% de la población general entrevistada en aquellos lugares informaron de un consumo de alcohol más problemático. El estudio encontró resultados de consumo similares en relación a drogas y tabaco.
Los autores señalan que los resultados son consistentes con investigaciones previas que señalan que las personas que experimentan un trauma pueden emplear las drogas para afrontar el estrés o automedicarse para los síntomas relacionados con la ansiedad.
Fuente: Science Daily, 2009

martes, 30 de junio de 2009

INTERESANTES DOCUMENTOS EN SAFE WORLD



No tenéis que pasar de largo por las nuevas e interesantes aportaciones de nuestros amigos de SAFE WORLD http://cies-safeworld.es.tl/ .

Este es el listado de artículos que han publicado durante el mes de junio:
  • Lo que queda de la revolución iraní.
  • Bioterrorismo: la amenaza latente.
  • María Amparo Tortosa Garrigós. Premio Defensa 2009.
  • Mega-tsunami: realidad o ficción cinematográfica.
  • El incierto futuro de Irak.
  • El terrorismo en Argelia: la Cabilia.
  • ¿Puede un avión estrellarse por el impacto deun rayo?

viernes, 26 de junio de 2009

EL PERFIL CRIMINAL y II



CARACTERÍSTICAS DEL ASESINO SEXUAL ORGANIZADO

- Inteligencia media o por encima de la media.
- Competente socialmente.
- Trabajo especializado.
- Sexualmente competente.
- Primogénito o de los primeros en nacimiento.
- Padre con trabajo estable.
- Disciplina inconsistente durante la infancia.
- Controla las emociones durante el crimen.
- Consume alcohol durante el crimen.
- Estrés situacional precipitador.
- Vive en pareja.
- Se desplaza con un coche en buen estado.
- Sigue el crimen en los medios de comunicación.
- Puede cambiar de trabajo o dejar la ciudad.


CARACTERÍSTICAS DEL ASESINO SEXUAL DESORGANIZADO

- Inteligencia por debajo de la media.
- Inadecuado socialmente.
- Trabajo no especializado.
- Sexualmente incompetente.
- Último o de los últimos en orden de nacimiento.
- Padre con trabajo inestable.
- Disciplina severa durante la infancia.
- Ansiedad durante el crimen.
- Consumo mínimo de alcohol.
- Estrés situacional mínimo.
- Vive solo.
- Vive/trabaja cerca de la escena del crimen.
- Poco interés en las noticias.
- Cambio conductual significativo (consumo drogas/alcohol, religiosidad …)


Dividir a los asesinos sexuales en organizados y desorganizados permite una perfilación más precisa basada en información obtenida en los arrestos

ASESINOS ORGANIZADOS: DIFERENCIAS EN LA ESCENA DEL CRIMEN

- Delito planeado.
- Escoge a un extraño como víctima.
- Personaliza a la víctima.
- Conversación controlada.
- La escena del crimen refleja un control total.
- Pide sumisión a la víctima.
- Emplea ligaduras.
- Actos de agresión previos a matarla.
- Esconde el cuerpo.
- Ausencia de armas/evidencias.
- Transporta a la víctima o el cuerpo.


ASESINOS DESORGANIZADOS: DIFERENCIAS EN LA ESCENA DEL CRIMEN

- Delito espontáneo.
- Conoce el lugar/la víctima.
- Despersonaliza a la víctima.
- Conversación mínima.
- Escena del crimen aleatoria y descuidada.
- Violencia súbita hacia la víctima.
- Empleo mínimo de ligaduras.
- Actos sexuales tras la muerte.
- Deja el cuerpo a la vista.
- Suele dejar el arma/evidencias.
- Deja el cuerpo en la escena del crimen.


Las características de la escena del crimen permiten al investigador desarrollar un perfil basado únicamente en las conductas exhibidas en la escena del crimen, permitiendo una descripción y un perfil psicológico basado en estos datos.
Existen otras líneas de investigación que se contraponen bastante con el enfoque norteamericano, como es la británica del Dr. Canter y su Psicología de Investigación. Pero eso será motivo para otro artículo.

EL PERFIL CRIMINAL I



El área de la Psicología Forense que tiene que ver con la elaboración de perfiles criminales es una de las más populares. Diversas películas y series de TV han popularizado más este tema, si cabe, proporcionándole un glamour del que carece en la realidad.

REVISIÓN DE LA LITERATURA CIENTÍFICA

De acuerdo con el FBI, elaborar un perfil se define como una técnica que sirve para identificar la personalidad principal y las características conductuales de un delincuente basándose en el análisis del delito cometido. Este proceso suele implicar 7 pasos: (1) evaluación del acto criminal en sí mismo; (2) evaluación exhaustiva de las particularidades de la escena del crimen; (3) análisis exhaustivo de la víctima; (4) evaluación de los informes preliminares; (5) evaluación del informe sobre la autopsia forense; (6) desarrollo de un perfil con las características fundamentales del delincuente, y (7) sugerencias de investigación basadas en la construcción del perfil.
La perfilación criminal ha existido posiblemente desde el inicio del crimen. Existe documentación sobre los intentos de realizar un perfil de jack el Destripador en el siglo XIX. La mayor parte de la literatura moderna sobre perfilación examina delitos como asesinato, agresión sexual y violación. En ocasiones, estas tipologías se subdividen. Por ejemplo, en el caso del asesinato: asesino en serie, asesino sexual y asesino de masas. Se han empelado diversas medidas de la personalidad, como el MMPI, para predecir futuros delincuentes. Los resultados no son concluyentes.
Cada vez se estudian más los correlatos biológicos existentes tras la conducta criminal. Los estudios cromosómicos o con EEG de diversas zonas cerebrales hablan de la existencia de anormalidades biológicas como posible causa de la conducta criminal. Sin embargo, y por el momento, todos estos resultados hay que tomarlos con cautela.
Turco (1990) plantea una orientación psicoanalítica a la hora de elaborar perfiles criminológicos de los delincuentes, y resalta la importancia de las experiencias infantiles tempranas, las relaciones y los conflictos sin resolver y su relación con la conducta actual. También afirma que esta información puede emplearse para predecir conductas futuras basadas en estas variables.
Hazelwood (1983) señala que, a la hora de realizar el perfil de un violador, hay 3 pasos fundamentales: (1) entrevistar cuidadosamente a la víctima en relación a la conducta del violador; (2) analizar la conducta en un intento de clasificar la motivación subyacente al asalto, y (3) elaboración de un perfil del sujeto que es probable que haya cometido el delito de la manera informada y la motivación supuesta.
Al establecer el perfil de un violador, Hazelwood describe cómo actúa el violador en su entorno en relación a su estructura de personalidad. Se descomponen las conductas en una serie de categorías y se solicita a la víctima información detallada en relación a estas conductas para intentar clasificar al violador. El violador exhibe 3 formas básicas de conducta: fuerza física, verbal y sexual. Por ejemplo, el violador que domina a sus víctimas fundamentalmente con la degradación verbal y las amenazas puede estar exhibiendo características de personalidad consistentes con un intenso deseo de infligir daño emocional a la víctima. Esto puede ser indicativo de una ruptura reciente entre el violador y su novia. Por consiguiente, la violación sirve de venganza contra la novia a través de la víctima para satisfacer sus necesidades psicológicas. Basándose en esta información, los perfiladores pueden comenzar a formular el tipo de perfil de personalidad que puede emplear la violación como una forma de enmienda y venganza. Otras técnicas para realizar el perfil de delincuentes proviene de obtener información detallada de la población reclusa condenada por delitos iguales o similares. Estos datos se emplean para establecer patrones o normas basadas en ese tipo particular de delincuente.
Según el FBI, el desarrollo individual del criminal se basa en dos factores primarios: el predominio de una vida de fantasía y una historia personal de abusos. Estos factores se emplean para desarrollar un perfil funcional de un asesino. Entrevistas en profundidad realizadas a 36 asesinos sexuales revelaron una serie de características típicas en este tipo de delincuentes. Por ejemplo, el asesino sexual suele ser inteligente, atractivo, de estatus socio-económico alto. Sin embargo, también tienden a infravalorarse ante los demás (fracasando a la hora de establecer relaciones significativas), ven el mundo como un lugar injusto, mantienen una visión inestable e inconsistente de la autoridad y la justicia y suelen estar obsesionados con el dominio por medio de la agresión. Estos asesinos sexuales suelen tener pocas relaciones fuera de la familia inmediata, viviendo en un mundo de fantasía en el que se sienten cómodos y poseen un historial de conducta desviada.
Algunos investigadores han señalado que el delincuente habitual comparte muchas características de personalidad con el “superpolicía” (Reming, 1988), puntuando muy parecido en los tests que miden las características descriptivas percibidas en los criminales habituales. Estas similitudes se encuentran en las puntuaciones obtenidas en dimensiones como control, agresividad, vigilancia, rebeldía, nivel de energía, franqueza en la expresión, intensidad de las relaciones interpersonales, autoestima, extraversión, sociabilidad, celosía, sentimiento de posesión hacia la pareja, tendencia a no cambiar de opinión con facilidad, mujeriego y tendencia a evitar la culpa.
Ciertos criminales suelen ser el centro de atención en relación a su perfil psicológico/criminológico. No resulta extraño, pues, que estos crímenes suelan ser los más graves, como el homicidio. No resulta sorprendente que la mayoría de la investigación se centre en estos criminales, ya que son los más peligrosos. La investigación parece estar dominada por los perfiles de asesinos sexuales debido a la naturaleza propia del crimen.
A la hora de examinar una muestra de asesinos sexuales, el FBI ha desarrollado una serie de características de perfil basadas tanto en rasgos demográficos como de la escena del crimen. Estos rasgos clasifican este tipo de homicidios en organizados y desorganizados. Cada tipología permite al policía elaborar un perfil del asesino.

miércoles, 17 de junio de 2009

¿QUÉ SE HACE PARA ABORDAR EL ESTRÉS POLICIAL?



Un estudio realizado en Detroit concluye que el factor aislado más importante que conduce al policía al suicidio es el conflicto matrimonial. Estudios realizados en la Policía de New York muestran que casi todos los policías habían consumido alcohol en el momento de cometer suicidio.

ESTRÉS CRÓNICO

El estrés policial no es siempre único ni resulta obvio. Muchas personas pueden ver el peligro que supone un tiroteo y el posible trauma subsiguiente. Estresores como éste son fáciles de ver por la intensa tensión emocional que sufre el individuo. Pero, ¿qué ocurre con los estresares crónicos y no tan obvios? El estrés crónico tiene al menos 2 efectos sobre las personas. Primero, el estrés prolongado causa en las personas una regresión. Su crecimiento psicológico se da la vuelta, volviéndose más inmaduros, infantiles y primitivos. Por ejemplo, cuando alguien está enfermo sufriendo dolor y molestias prolongadas, puede volverse quejita e irritable, esperando atención y cuidados constantes. Esta persona puede llegar a comportarse como un niño egoísta. Las personas hacen regresiones naturales durante un malestar crónico.
Segundo, el estrés crónico entumece la sensibilidad de las personas. No pueden aguantar el contemplar continuamente la miseria humana. Tienen que dejar de sentir o no sobrevivirán. La mente tiene este mecanismo de defensa, de manera que las personas puedan seguir trabajando en situaciones horribles. Si reaccionan con la sensibilidad normal pueden desmoronarse. Al tiempo que se tornan insensibles antes su propio sufrimiento, también se vuelven insensibles ante el sufrimiento de otros. Cuando se les humilla, no sólo pierden su sentido de la propia dignidad, sino que también el de los demás. El dolor de otros comienza a no importarles, y tampoco les importa hacer daño a otros.
El policía puede encontrar estresores en cada servicio que van socavando su resistencia. La acumulación de este estrés cotidiano hace que el policía se torne más vulnerable ante los incidentes traumáticos y las presiones normales de la vida. El proceso de debilitamiento suele ser demasiado lento como para percatarse; ni el sujeto ni sus amigos se dan cuenta del daño en curso.
Si se identifican los estresores crónicos, el agente de policía puede tomar una acción proactiva. Puede hacer algo antes de terminar convirtiéndose en una estadística más de suicidio. Los departamentos de policía deberían dejar de hacer esa distinción artificial entre problemas relacionados con el trabajo y los personales. Ambos están interrelacionados y se contribuyen mutuamente.

lunes, 25 de mayo de 2009

PODER, AUTORIDAD Y EL EMPLEO DE LA FUERZA


El policía se encuentra ante situaciones frente a las que debe tomar algún tipo de decisión. Frente al ciudadano, el policía debe decidir si le da una citación, le arresta o le deja marchar con un aviso. Muchas veces, las respuestas que se dan no son del todo consistentes, y dependen tanto de la situación concreta, del delito, de la personalidad y características del policía y de los antecedentes demográficos del delincuente.

Revisión de la literatura

En una investigación realizada en 1994 (Icove, 1994) se encontraron diferencias sorprendentes en las prácticas policiales y la toma de decisiones. Comparados con otros grupos, se encontró que los policías eran más severos en el trato con los violadores de la libertad condicional y con los implicados en temas de drogas, alcohol, prostitución y vandalismo. Se encontró que la toma de decisiones del policía estaba relacionado con su experiencia como policía y su nivel de educación. Cuanto mayor era su nivel de educación, el policía trataba con menor dureza al delincuente. También se encontró que los policía mostraban un trato más duro durante los primeros años de servicio; se volvían más tolerantes en los años intermedios, volviendo a ser más duros al final de sus carreras.
La toma de decisiones discrecional del policía se encuentra estrechamente unida al concepto de su ética y moralidad. Cohen y Feldberg (1991) señalan que "el policía tiene una considerable mayor autoridad sobre otros que la mayoría de las personas en nuestra sociedad y, en consecuencia, tienen más oportunidades de emplear la autoridad de formas inaceptables." Por consiguiente, la toma de decisiones por parte de la policía es, en ocasiones, el resultado de juicios personales y sesgos naturales.
Desde un punto de vista psicológico, la toma de decisiones abarca una amplia variedad de procesos cognitivos. La habilidad para organizar los datos, para sintetizar estos datos y para traducir los resultados en el resultado conductual apropiado, es, ciertamente, un proceso complicado. No sorprende pues el hecho de que el policía pueda tomar decisiones basadas en la conducta del sospechoso y en la interpretación que hace de esa conducta. La conducta del sospechoso puede ayudar al policía a reunir información concreta en relación a la situación, a evaluar el peligro potencial de la situación y a elaborar estrategias efectivas para abordar el problema.
Klinger (1994) descubrió que la conducta de los ciudadanos tiene un impacto sobre la decisión de los policías para arrestarlos. Este autor detalló un proceso en dos fases a través del cual el agente interactúa con el ciudadano: (1) una fase de "pre-intervención", que contiene las circunstancias que llevan al policía a actuar con el ciudadano, y (2) una fase de "interacción" que comienza cuando el policía trata con el ciudadano y termina cuando las dos partes se separan. Durante estos encuentros, la conducta del ciudadano entra en juego e influye en la posibilidad de arresto por parte del policía. Sin embargo, se encontró que la conducta tenía un efecto sobre la decisión de arrestar por parte del policía sólo cuando estaba implicada una conducta ilegal.
R. J. Lundman encontró que los efectos de la conducta variaban en relación a cómo se presentaba ante el policía la conducta del ciudadano. Más específicamente, la raza y la clase social tenían efectos sobre la decisión de arrestar. Los miembros de minorías eran arrestados con mayor frecuencia. También se citaba con mayor frecuencia a los miembros de las clases económicas altas, debido a la creencia del policía de que estas personas pueden hacer frente mejor a las multas económicas.
El policía se enfrenta a diversas y complicadas situaciones a diario. La decisión de arrestar o no varía en función de la experiencia del policía y de las influencias externas. La "tesis de indulgencia", por ejemplo, señala que la policía trata menos punitivamente a los hombres que maltratan a sus mujeres que a otros delincuentes violentos. De hecho, la investigación ha demostrado que el 13% de los casos de agresión hombre-mujer acaban en arresto, mientras que lo es el 28% de otro tipo de agresiones. Estos resultados indican que la policía toma decisiones basadas en determinados aspectos de la situación, algunos de los cuales pueden ser sesgos personales individuales.
Está claro que el policía toma decisiones discrecionales basadas en una serie de factores. Estas decisiones están basadas en diversas influencias internas y externas. Estas influencias permiten al policía sopesar estos factores y tomar decisiones basadas en su nivel de autoridad percibido.

Los métodos que emplea la policía para manejar delitos graves y no tan graves se han investigado con el propósito de comprender mejor el proceso de toma de decisiones global de la policía. El propósito de estas investigaciones es establecer directivas de actuación consistentes. Crank (1992), por ejemplo, encontró que factores como la presencia de minorías, la localización de la comisaría de policía, el número de policías en el cuerpo, la tasa de supervisión de los departamentos y otras variables correlacionaban significativamente con el número total de arrestos efectuados.


EMPLEO DE LA FUERZA

La decisión de emplear la fuerza en la detención de un ciudadano, sea ésta excesiva o mortal, se encuentra, en última instancia, en las manos del policía en el momento del conflicto.

Revisión de la literatura

Junto a la creación de estándares más definidos para el empleo de la fuerza, se encuentra la exploración de los motivos, conductas y proceso de toma de decisiones que subyacen a estas acciones.
Sin embargo, las explicaciones más recientes sobre el empleo de la fuerza sugieren que los estándares de trabajo para el empleo de la fuerza son difíciles de aplicar, ya que muchas actuaciones policiales en este sentido se deciden en una fracción de segundo; lo que tarda el policía en muchas ocasiones para analizar la situación. Este análisis suele ir acompañado de un fuerte estrés y la posibilidad de que la situación pueda amenazar la propia vida. Algunos expertos señalan que puede no ser muy realista esperar que, bajo estas circunstancias, el policía pueda tomar decisiones apropiadas.
Binder y Scharf (1980) estudiaron las circunstancias que se desarrollaban durante un conflicto y desarrollaron un modelo en cuatro fases que describe los pasos implicados en la decisión final de emplear una fuerza intensa. Este modelo señala que "el encuentro violento policía-ciudadano es un proceso en desarrollo en el que conductas sucesivas por parte del ciudadano o el policía, o de ambos, hacen que sea más o menos probable un resultado violento." El modelo consiste en la Fase de Anticipación, la Fase de Entrada y Contacto Inicial, el Intercambio de Información y la Fase Final. Cada fase describe los detalles emocionales y ambientales a medida que se transforman en situaciones potencialmente violentas. La Fase de Anticipación se refiere a la implicación inmediata del agente cuando se le llama para intervenir y la información que se le transmite al respecto. La Fase de Entrada y Contacto Inicial incluye lo que se encuentra el policía cuando llega a la escena y el desarrollo de la crisis. La Fase de Intercambio de Información consiste en todo el intercambio verbal y no verbal entre el sospechoso y el policía, y que también contribuye a la evaluación del agente sobre la peligrosidad de la situación. En la Fase Final, el policía toma la decisión de emplear o no la fuerza incorporando la información recibida en las fases previas, las consiguientes conductas del sospechoso y las amenazas inmediatas.

Una forma de combatir el empleo innecesario de la fuerza es incorporando programas de entrenamiento efectivos que prepare a los policías para tomar decisiones rápidas en este sentido. Determinar políticas sobre los criterios adecuados para el empleo de la fuerza puede servir para que el agente de policía reconozca los elementos clave implicados. Estos elementos clave incluyen niveles de respuesta específicos por parte del agente que deben ser evaluados durante el curso de la confrontación. Proporcionar a los agentes niveles de respuesta apropiados, como un diálogo adecuado y directrices verbales con el ciudadano, medidas adecuadas de contención, etc, podría aliviar algunas de las situaciones derivadas de la toma de decisiones en fracciones de segundo. Además, tales políticas podrían tener en cuenta factores relacionados con el sujeto, como la edad, complexión, número de agentes presentes y los requerimientos legales, entre otros.
Otra forma efectiva de prevenir el empleo innecesario de la fuerza consiste en la observación y tratamiento de aquellos policías que muestran una mayor propensión hacia la violencia.
Registrar el comportamiento de los agentes sobre el terreno puede servir de pauta de imitación para otros policías.