El agente de policía lleva a cabo diferentes y variadas tareas en su quehacer profesional. El policía interactúa con los testigos, las víctimas y la población en general a diario, y debe poseer sólidas habilidades de relación interpersonal, incluyendo la percepción social y habilidades de comunicación. El pensamiento crítico y las habilidades de resolución de problemas son importantes para analizar una situación y determinar el posible curso de acción. También se requiere una buena forma física y sólidas habilidades de investigación, además de los conocimientos necesarios que les ayuden a salvar vidas.
Aunque el trabajo policial puede resultar peligroso y estresante, el policía debe tener valor, resistencia y disponer de habilidades en el manejo del estrés. Se espera que mantenga la calma en situaciones de crisis y que diaponga de las habilidades necesarias para que los ciudadanos afectados por esa crisis o emergencia la afronten con el menor desgaste físico y emocional posibles. Y más.
Es evidente que estas y otras características no se encuentran siempre presentes en los aspirantes a policía. Si tratamos de buscar perfiles que se adapten a estas características al cien por cien, es más que probable que fracasemos en el intento. Y ello por una razón bastante obvia: la mayor parte de las habilidades que conforman el perfil de un policía tipo se van adquiriendo y desarrollando con la experiencia. La operativa y la táctica policial, el valor, etc., o se aprenden o necesitan de una oportunidad para hacerse realidad.
¿Quiere esto decir que no podemos contar con algunos baremos que nos ayuden a discriminar entre un perfil óptimo de policía y el que no lo es? Hay que aclarar primero que en la selección de personal no hay técnicas eficientes al 100%. Siempre existe un márgen de error. Salvado y tenido en cuenta este márgen, sí hay algunos elementos del posible perfil policial en los que podemos detenernos (lo que no significa que no haya otras visiones al respecto).
Teniendo en cuenta que buena parte de las habilidades profesionales del policía se aprenden con la experiencia y la práctica, el futuro agente debe contar con un coeficiente medio de inteligencia que le permita asimilar y procesar adecuadamente la infromación que va adquiriendo. No se espera que el.agente sea un superdotado, pero sí que tenga la capacidad suficiente para interpretar adecuadamente su entorno y para aprender nuevas habilidades.
Otro factor que no se suele evaluar y que considero personalmente muy importante es la capacidad para la empatía del futuro agente. La empatía es ese rasgo de nuestra personalidad que nos permite ponernos en el lugar del otro, comprender su malestar, ayudarle o, al menos, no hacerle más daño. El agente encontrará mucho sufrimiento a lo largo de su quehacer profesional, coriendo el riesgo de insensibilizarse y que ello afecte a su rendimiento. Poder alcanzar un equilibrio entre la dosis de empatía adecuada y mantener la distancia emocional de seguridad justa, es algo que sólo la experiencia y el trabajo personal pueden garantizar. Pero si el nuevo agente carece de empatía entonces está abocado al trabajo frío y mecánico, algo que el ciudadano percibirá sin duda alguna.
Todo lo anterior también está relacionado con otra habilidad que considero esencial para el trabajo policial: la gestión de las emociones propias y ajenas. No resulta extraño que el agente se vea enfrentado a situacoones de confrontación en las que necesita mantener la calma para no tomar decisiones precipitadas que terminen volviéndose en su contra. Todos sabemos que hay policías que tienen más problemas por metro cuadrado que el resto, y todo ello suele tener que ver con el control de las emociones. Son policías de "sangre caliente" que saltan a la mínima provocación. O agentes que, ante una situación crítica generan más angustia en los ciudadanos implicados que la que solucionan. Tenemos instrunentos y pruebas para evaluar cómo gestiona el aspirante a agente sus emociones. Buena parte de esta gestión la aprenderá con la práctica, pero
también hay que partir de unos mínimos.
Otros factores que considero también importantes son el trabajo en equipo, la inteligencia emocional, las habilidades de resolución de conflictos y de comunicación, entre otras. Sólo he querido reseñar aquí algunas de las habilidades que considero conveniente evaluar y que, por desgracia, no suelen tenerse en cuenta con la intensidad e importancia que se merecen. Muchas de las evaluaciones de selección en este ámbito se llevan a cabo por puro trámite, obteniéndose una información que de poco nos sirve para valorar el potencial y las carencias de los futuros agentes. Puestos de trabajo de esta responsabilidad requieren estudios de evaluación psicológica más serios.
Es evidente que estas y otras características no se encuentran siempre presentes en los aspirantes a policía. Si tratamos de buscar perfiles que se adapten a estas características al cien por cien, es más que probable que fracasemos en el intento. Y ello por una razón bastante obvia: la mayor parte de las habilidades que conforman el perfil de un policía tipo se van adquiriendo y desarrollando con la experiencia. La operativa y la táctica policial, el valor, etc., o se aprenden o necesitan de una oportunidad para hacerse realidad.
¿Quiere esto decir que no podemos contar con algunos baremos que nos ayuden a discriminar entre un perfil óptimo de policía y el que no lo es? Hay que aclarar primero que en la selección de personal no hay técnicas eficientes al 100%. Siempre existe un márgen de error. Salvado y tenido en cuenta este márgen, sí hay algunos elementos del posible perfil policial en los que podemos detenernos (lo que no significa que no haya otras visiones al respecto).
Teniendo en cuenta que buena parte de las habilidades profesionales del policía se aprenden con la experiencia y la práctica, el futuro agente debe contar con un coeficiente medio de inteligencia que le permita asimilar y procesar adecuadamente la infromación que va adquiriendo. No se espera que el.agente sea un superdotado, pero sí que tenga la capacidad suficiente para interpretar adecuadamente su entorno y para aprender nuevas habilidades.
Otro factor que no se suele evaluar y que considero personalmente muy importante es la capacidad para la empatía del futuro agente. La empatía es ese rasgo de nuestra personalidad que nos permite ponernos en el lugar del otro, comprender su malestar, ayudarle o, al menos, no hacerle más daño. El agente encontrará mucho sufrimiento a lo largo de su quehacer profesional, coriendo el riesgo de insensibilizarse y que ello afecte a su rendimiento. Poder alcanzar un equilibrio entre la dosis de empatía adecuada y mantener la distancia emocional de seguridad justa, es algo que sólo la experiencia y el trabajo personal pueden garantizar. Pero si el nuevo agente carece de empatía entonces está abocado al trabajo frío y mecánico, algo que el ciudadano percibirá sin duda alguna.
Todo lo anterior también está relacionado con otra habilidad que considero esencial para el trabajo policial: la gestión de las emociones propias y ajenas. No resulta extraño que el agente se vea enfrentado a situacoones de confrontación en las que necesita mantener la calma para no tomar decisiones precipitadas que terminen volviéndose en su contra. Todos sabemos que hay policías que tienen más problemas por metro cuadrado que el resto, y todo ello suele tener que ver con el control de las emociones. Son policías de "sangre caliente" que saltan a la mínima provocación. O agentes que, ante una situación crítica generan más angustia en los ciudadanos implicados que la que solucionan. Tenemos instrunentos y pruebas para evaluar cómo gestiona el aspirante a agente sus emociones. Buena parte de esta gestión la aprenderá con la práctica, pero
también hay que partir de unos mínimos.
Otros factores que considero también importantes son el trabajo en equipo, la inteligencia emocional, las habilidades de resolución de conflictos y de comunicación, entre otras. Sólo he querido reseñar aquí algunas de las habilidades que considero conveniente evaluar y que, por desgracia, no suelen tenerse en cuenta con la intensidad e importancia que se merecen. Muchas de las evaluaciones de selección en este ámbito se llevan a cabo por puro trámite, obteniéndose una información que de poco nos sirve para valorar el potencial y las carencias de los futuros agentes. Puestos de trabajo de esta responsabilidad requieren estudios de evaluación psicológica más serios.
2 comentarios:
Me gusta el artículo. Enhorabuena Fernando.
Ernesto PV
Me encantado este artículo lo leei más de 2 veces. Me gustaría que me ayudaras en un año posiblemente presentaré mi examen para entrar en fuerza civil en MTY y me gustaría saber que rasgos psicológicos evalúan.. Por favor.. Mi mail es cristianbravoaragon91@hotmail.com
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