Todas estas indicaciones deben adecuarse a la situación concreta que se está viviendo. Lo más importante es que, diga lo que diga un sujeto de estas características, NUNCA hay que tomárselo como algo personal; si no, estaremos perdidos. Cualquiera de estas formas de actuar puede que no funcionen bien en un contexto determinado, por lo que siempre hay que se cautos. Recordemos que al narcisista no le gusta perder, y que no nos lo perdonará si nos enfrentamos directamente o le hacemos pa
recer
ridículo delante de los demás.
1.
Nunca te muestres en desacuerdo con un
narcisista o le contradigas.
2.
No tratar de intimar con él/ella o compartir
información personal.
3.
Intenta mostrarte gratamente impresionado con
cualquier atributo que le importe, pero sin ser aduladores (por ejemplo, sus
logros personales, su apariencia, etc.).
4.
No hacer comentarios que puedan afectar directa
o indirectamente la imagen del narcisista, su poder, su juicio superior,
habilidades, capacidad o logros profesionales. Frases erróneas son las que
empiezan con: “…has pasado por alto…, aquí te has equivocado…, no sabes que…,
tú no estuviste ayer aquí, por lo tanto…”. Recordar que el narcisista reacciona
muy mal cuando nota que pones restricciones a su libertad. Los narcisistas
tienen tendencia a ver los demás como
extensiones de sí mismos, lo que se acentúa en el caso de que el narcisista sea
un mando.
5.
Resulta muy conveniente limitar el tiempo que
pasamos con un narcisista y utilizar ese tiempo con otras personas que pueden
darnos lo que realmente necesitamos.
6.
Es importante tener expectativas realistas. Uno
puede llegar a sentirse incluso bien cuando se encuentra cerca de un
narcisista, pero hay que tener claro que el sujeto narcisista sólo será capaz
de proporcionarnos un determinado nivel
de apoyo emocional, ya que carece de la importante gama de emociones que nos
hacen humanos. Si el compañero de trabajo es narcisista, pero brillante en su
trabajo, podemos pedirle consejo. Sin embargo, no pensemos en él/ella para
buscar consuelo cuando tenemos un revés personal o profesional.
7.
Aceptar las limitaciones. Si esta persona es importante
para ti, y tú eres importante para ti mismo, necesitas aceptar su narcisismo.
Deja de pedirle el apoyo o la atención que es incapaz de dar. No hacerlo así,
sólo hará que nos frustremos y nos enfademos, lo que hará que la relación se
deteriore.
8.
Definir nuestra valía desde otra perspectiva. Idealmente,
la propia valía se debe construir desde dentro y no tanto desde fuera. Sin
embargo, hay muchas personas para las que la propia valía se desarrolla con más
fuerza cuando otras personas afirman su existencia valorándolos como personas.
No tenemos que dirigirnos a un narcisista para buscar este tipo de apoyo (que
será incapaz de darnos). Debemos comprender que, aunque confiemos en esa
persona, será incapaz de valorar en su justa medida lo que hemos compartido con
él/ella.
9.
No esperes agradar a un narcisista. Debido a que
tiene un ego inmenso, siempre nos mirará como seres algo inferiores. Podemos
intentar ganarnos su favor, pero lo que nuca conseguiremos es impresionarlos o
satisfacerlos de alguna manera.
10.
Aprender a escuchar. El narcisista demandará
toda nuestra atención, pudiendo enfadarse o mostrarse frío con nosotros si no
lo hacemos. Todo tiene un límite, y si el narcisista que conocemos solicita
nuestra atención en un momento que no podemos dársela, no debemos ceder. Si
planeamos mantener una amistad con una persona narcisista debemos prepararnos
para largas charlas de autobombo.
11.
Presentar las críticas constructivas en términos
conciliadores. Los narcisistas nunca aceptan la crítica directa. Si lo hacemos,
posiblemente logremos solamente que piense que estamos celosos o somos
desagradables, con lo que no tendrá en cuenta nuestra opinión. Hay que evitar
humillarle, aunque tengamos la tentación. Tenemos que intentar enfocar las
cosas de forma que el narcisista crea que tiene el control de la situación.
12.
Guardar silencio y sonreír. Si la persona
narcisista con la que tenemos que lidiar diariamente es nuestro jefe y nos
vemos incapaces de estar halagándole continuamente, la opción alternativa es
mantener la calma y quedarnos callados. Seguramente no nos ganaremos el favor
de un narcisista teniendo la boca cerrada, pero nuestra pasividad puede dar la
impresión de estar de acuerdo.
Hemos de aprender a no meternos
en batallas que no podemos ganar, y los trastornos de personalidad de este tipo
se mueven en el conflicto mucho mejor que nosotros. En caso de que la situación
llegue a situaciones insostenibles, lo mejor es ir recogiendo pruebas de todo
tipo para poder argumentar frente a quien sea el responsable último. Eso sí, si
vamos a litigar contra un narcisista debemos tener muy claro que no habrá nada
que le detenga, pues le estamos dando directamente en la línea de flotación de
su patología.
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