martes, 30 de diciembre de 2008

LA MEMORIA DE LOS SUCESOS I


Quiero compartir con vosotros estos apuntes sobre la memoria de los testigos. Son datos que puede ser interesante tenerlos en cuenta cuando entrevistamos a testigos de algún suceso.


Una estimulación insuficiente causará una activación insuficiente, lo que, a su vez, llevará a una ejecución pobre. Si aplicamos la ley de Yerkes Dodson al rendimiento de la memoria, entonces podríamos esperar que un incidente que produzca demasiada poca o mucha estimulación resultará en un recuerdo comparativamente pobre. Al contrario, un incidente que produce una cantidad óptima de estimulación resultará en una ejecución mejor de la memoria, por ejemplo, en un recuerdo más completo y preciso.

Aunque es importante la estimulación en el momento del suceso, también debemos considerar la cantidad de estimulación en el momento en que se recuerda el material. Actuar en un juicio como testigo puede resultar una experiencia desalentadora y angustiosa para la mayoría de las personas. Bajo tales condiciones de sobreestimulación, la ley de Yerkes Dodson predecirá que se perjudicará el rendimiento en la memoria

En cuanto al concepto de severidad del impacto, debemos tener en cuenta que la gravedad del suceso no es algo fácilmente cuantificable objetivamente. Para la mayoría de las personas, ser víctima de un robo en casa o de un atraco en la calle es una experiencia que sólo ocurrirá una vez en la vida. Sin embargo, para los residentes en determinados núcleos, este tipo de incidentes forman parte de la vida cotidiana y tienen menor impacto. Sólo recientemente se ha reconocido la importancia de la victimización repetida.

La severidad percibida de un suceso variará si se considera el impacto en la víctima o en un testigo/peatón no implicado. Intentar establecer si la víctima o un testigo no implicado proporcionará mejor información no es algo que resulte sencillo. Por ejemplo, una víctima que se encuentra literalmente en el incidente observará más detalles que el observador casual que pasa por allí. Sin embargo, es más probable que la víctima experimente mayor excitación o estrés que el testigo, lo que puede perjudicar su habilidad para recordar de forma precisa.


Focalización en el arma

Diferentes estudios han demostrado que cuando se emplea un arma, las personas presentes tienden a prestar gran atención al arma y menos a otras personas y sucesos en la escena.

LOFTUS, LOFTUS y MESSO, 1987
La presencia de un arma interfiere en la habilidad de los testigos para recordar información sobre el incidente y para reconocer a las personas presentes en la escena.

Parte de todo este problema tiene que ver con la atención. Quienes tienen una pistola apuntándoles centran su atención en ella más que en cualquier otro elemento de la escena. Una revisión de los estudios al respecto confirman que este efecto ocurre y que interfiere tanto en la descripción como en la identificación de la persona que sujeta el arma. Revisando este efecto en casos de la vida real se ha encontrado que es menos probable que los testigos reconozcan al perpetrador más tarde, aunque sean capaces de dar más detalles.

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