Los primeros informes relativos a trastornos de estrés post-traumático (EPT) debidos a conflicto bélico se remontan a la Guerra Civil Americana (1861 -1865). En aquel tiempo, el Dr. Jacob Mendez Da Costa describió pacientes que presentaban los síntomas de TEP, aunque no se reconocía como un problema psicológico y se conoció “el corazón Da Costa”. En la Primera Guerra Mundial (1914 -1918), lo que hoy conocemos como TEP se denominó “Cabeza Hueca”. Por entonces ya se pensaba que el cerebro estaba involucrado de alguna forma. Una de las teorías al respecto afirmaba que las explosiones lanzaban fragmentos minúsculos de metralla (y que no se podían ver) que se alojaban en el cerebro. En la Segunda Guerra Mundial (1939 – 1945) se llamó “Neurosis de Guerra”, y se comenzaron a tomar en cuenta posibles factores psicológicos implicados. Tras la Guerra de Vietnam (1965 -1973), el TEP ya se describía como tal en EUA y en los países aliados en la guerra. El trastorno fue incluido en el DSM-III en 1980.
Mientras que el TEP es frecuente en situaciones de guerra, la mayoría de los casos que se encuentran en la vida cotidiana proceden de experiencias de violación, violencia doméstica, accidentes de tráfico y laborales y maltrato infantil. Ocurre por igual en todo tipo de culturas y países.
Para poder hacer un diagnóstico de TEP el evento disparador debe ser grave (que amenace la vida o similar) y el sujeto haber sufrido una angustia intensa (miedo a perder la vida o similar). Hay otros tres grupos de síntomas que deben cumplirse. Primero, revivir el trauma (por ejemplo, actuar o sentirse como si el suceso traumático estuviera ocurriendo actualmente). Segundo, evitación persistente de cualquier disparador del evento traumático (recuerdos o emociones asociadas) y entumecimiento en la respuesta (sentimiento distanciamiento de los demás e incapacidad para transmitir afecto). Tercero, incremento de la activación (como el insomnio o las respuesta exageradas de sobresalto).
Es importante situar el TEP en su contexto. Justo después de la ocurrencia del episodio traumático la mayoría (95%) de los supervivientes que han estado expuestos experimentan algún tipo de problema mental. Padecer cierto grado de angustia psicológica en las primeras fases se considera normal. En los días siguientes pueden comenzar a aparecer los síntomas que definen ya el TEP. Aunque el TEP es una respuesta patológica habitual frente al trauma, también pueden aparecer otros trastornos. Los más frecuentes son los trastornos depresivos.
Los estudios realizados revelan que el riesgo de desarrollar un TEP tras cualquier tipo de trauma es del 13% en las mujeres y del 6% en los hombres. Los estudios también revelan que el 50% de los casos remiten en 6 meses, y el 75% en un año. Normalmente, y tras un año de la ocurrencia del suceso, el TEP sólo estará presente en el 10% - 15% de los supervivientes.
Los síntomas del TEP suelen resolverse con el paso del tiempo. Sin embargo, el TEP que se ha establecido de manera crónica puede ser un trastorno grave. Puede ser fuente de gran sufrimiento, de divorcios y acabar en suicidio. Por ejemplo, los casos de suicidio entre los soldados que participaron en la guerra de las Malvinas fue mayor que el número de bajas en combate (250).
Intentando predecir la ocurrencia del TEP se ha visto que, sorprendentemente, la mayoría de las personas que padecen TEP no han tenido una reacción aguda severa previa, y que ello no significa que el trastorno no se desarrolle posteriormente. La evidencia muestra que las personas que no han desarrollado el TEP tras el primer año del suceso es muy improbable que lo desarrollen después. Existe evidencia que indica que el tener la creencia de que uno va a morir cuando experimenta el trauma, es un predictor de ocurrencia de TEP. No se han encontrado resultados concluyentes sobre la severidad del trauma y el TEP posterior.
El predictor más importante es ser mujer. Las personas con historias personales o familiares de ansiedad y trastornos del estado del ánimo se encuentran en mayor riesgo. Los sujetos con una infancia o adolescencia desorganizada e historial de abusos sexuales o físicos, es más probable que desarrollen TEP si experimentan un evento traumatizante en la vida adulta. Por último, un nivel más bajo de inteligencia en niños y adultos está asociado a mayores niveles de TEP.
Mientras que el TEP es frecuente en situaciones de guerra, la mayoría de los casos que se encuentran en la vida cotidiana proceden de experiencias de violación, violencia doméstica, accidentes de tráfico y laborales y maltrato infantil. Ocurre por igual en todo tipo de culturas y países.
Para poder hacer un diagnóstico de TEP el evento disparador debe ser grave (que amenace la vida o similar) y el sujeto haber sufrido una angustia intensa (miedo a perder la vida o similar). Hay otros tres grupos de síntomas que deben cumplirse. Primero, revivir el trauma (por ejemplo, actuar o sentirse como si el suceso traumático estuviera ocurriendo actualmente). Segundo, evitación persistente de cualquier disparador del evento traumático (recuerdos o emociones asociadas) y entumecimiento en la respuesta (sentimiento distanciamiento de los demás e incapacidad para transmitir afecto). Tercero, incremento de la activación (como el insomnio o las respuesta exageradas de sobresalto).
Es importante situar el TEP en su contexto. Justo después de la ocurrencia del episodio traumático la mayoría (95%) de los supervivientes que han estado expuestos experimentan algún tipo de problema mental. Padecer cierto grado de angustia psicológica en las primeras fases se considera normal. En los días siguientes pueden comenzar a aparecer los síntomas que definen ya el TEP. Aunque el TEP es una respuesta patológica habitual frente al trauma, también pueden aparecer otros trastornos. Los más frecuentes son los trastornos depresivos.
Los estudios realizados revelan que el riesgo de desarrollar un TEP tras cualquier tipo de trauma es del 13% en las mujeres y del 6% en los hombres. Los estudios también revelan que el 50% de los casos remiten en 6 meses, y el 75% en un año. Normalmente, y tras un año de la ocurrencia del suceso, el TEP sólo estará presente en el 10% - 15% de los supervivientes.
Los síntomas del TEP suelen resolverse con el paso del tiempo. Sin embargo, el TEP que se ha establecido de manera crónica puede ser un trastorno grave. Puede ser fuente de gran sufrimiento, de divorcios y acabar en suicidio. Por ejemplo, los casos de suicidio entre los soldados que participaron en la guerra de las Malvinas fue mayor que el número de bajas en combate (250).
Intentando predecir la ocurrencia del TEP se ha visto que, sorprendentemente, la mayoría de las personas que padecen TEP no han tenido una reacción aguda severa previa, y que ello no significa que el trastorno no se desarrolle posteriormente. La evidencia muestra que las personas que no han desarrollado el TEP tras el primer año del suceso es muy improbable que lo desarrollen después. Existe evidencia que indica que el tener la creencia de que uno va a morir cuando experimenta el trauma, es un predictor de ocurrencia de TEP. No se han encontrado resultados concluyentes sobre la severidad del trauma y el TEP posterior.
El predictor más importante es ser mujer. Las personas con historias personales o familiares de ansiedad y trastornos del estado del ánimo se encuentran en mayor riesgo. Los sujetos con una infancia o adolescencia desorganizada e historial de abusos sexuales o físicos, es más probable que desarrollen TEP si experimentan un evento traumatizante en la vida adulta. Por último, un nivel más bajo de inteligencia en niños y adultos está asociado a mayores niveles de TEP.
5 comentarios:
Hola...soy alumna de la universidad Fernando Pessoa en CANARIAS, licenciatura en enfermeria.Y mi grupo de trabajo y yo queremos agradecerte la información, nos ha servido de mucha ayuda!
Pues encantado de haberos podido resultar de ayuda.
Un fuerte abrazo
Fernando
Soy Amilcar Ruiz, Máster en Psicología de Rosario, Argentina. Tu informe me resultó muy útil, completo y profundo. Te felicito por el mismo y te insto a que continúes investigando.
Un abrazo
Muchas gracias por los ánimos.
Un fuerte abrazo
Fernando
At last my happiness has been restored by a Man named Dr KPOLI, my name is Sarah I want every one on this site or forum to join me thank this Dr KPOLI for what he just did for me and my kids. my story goes like this I was married to my husband for 5 years we were living happily together for this years and not until he traveled to Italy for a business trip where he met this prostitute who be witched he to hate me and the kids and love her only so when my husband came back from the trip he said he does not want to see me and my kids again so he drove us out of the house and he was now going to Italy for to see that other woman. so I and my kids were now so frustrated and I was just staying with my mum and I was not be treating good because my mama got married to another man after the death of my father so the man she got married to was not treating me and my kids well so I was so confuse and I was searching for a way to get my husband back to me and my kids so one day as I was browsing on my computer I saw a testimony about this MAN Dr KPOLI of drkpoligreattemple1@gmail.com shared on the internet by a lady and it impress me too so I also think of give it a try at first a was scared by when I think of what me and my kids are passing through so I contact him and he told me to stay calm for just two days that my husband shall be restored to me and to my best surprise I received a call from my husband on the second day asking after the kids and I called Dr KPOLI and he said your problems are solved my child so this was how I get my family back after a long stress of brake up by an evil lady so with all this help from Dr KPOLI of drkpoligreattemple1@gmail.com I want you all on this forum to join me to say a huge thanks to Dr KPOLI and I will also advice for any one in such or similar problems or any kind of problems should also contact him for help.email address: drkpoligreattemple1@gmail.com
Publicar un comentario